Las autoridades en Hawái trabajaban con cuidado para identificar a los 99 muertos confirmados de los incendios que devastaron Maui y esperan publicar los primeros nombres este martes, mientras los equipos de búsqueda siguen recorriendo vecindarios reducidos a cenizas.
Una semana después de que comenzara un fuego letal que destruyó la mayoría de la población histórica de Lahaina, muchos de los sobrevivientes empezaban a instalarse en cientos de habitaciones de hotel reservadas para habitantes locales desplazados.
Equipos con perros rastreadores habían recorrido en torno al 25% de la zona de búsqueda, señaló el lunes el jefe de policía de Maui. El gobernador, Josh Green, pidió paciencia y el margen para hacerlo de forma apropiada, mientras las solicitudes para visitar la zona afectada sobrepasaban a las autoridades.
“Para esas personas que han caminado hasta Lahaina porque de verdad querían verlo, sepan que muy probablemente están caminando sobre iwi”, dijo en una conferencia de prensa en Maui, empleando la palabra hawaiana para “huesos”.
Por el momento se habían identificado apenas tres cuerpos y las autoridades empezarían a publicar los nombres el martes, señaló el jefe de policía de Maui, John Pelletier, que volvió a pedir a las personas con parientes desaparecidos que dieran muestras de ADN.
Green advirtió que podrían encontrarse decenas de cuerpos más. El fuego que consumió la mayoría de la ciudad histórica de Lahaina ya era el más letal en más de un siglo en Estados Unidos. La causa se estaba investigando.
Las autoridades suspendieron un sistema que había permitido que residentes de Lahaina y otras personas visitaran zonas devastadas con permisos policiales. Kevin Eliason dijo que cuando le dijeron que diera la vuelta, la hilera de autos con gente esperando a recibir una autorización alcanzaba al menos 5 kilómetros.
“Es una locura”, dijo Eliason. “Probablemente no esperaban que decenas de miles de personas se presentaran aquí”.
El fuego que arrasó Lahaina la semana pasada destruyó casi todos los edificios en la población de 13 mil personas. Ese incendio se ha contenido en un 85%, según el condado. El llamado fuego de Upcountry estaba contenido en un 65%.
Las autoridades han advertido que incluso una vez apagadas las llamas, podrían quedar sustancias tóxicas incluso en el agua potable, después de que el fuego liberase gases venenosos. Eso ha hecho que cientos de personas no puedan regresar a sus casas.
Cruz Roja informó de 575 evacuados entre cinco refugios el lunes, como el War Memorial Gymnasium en Wailuku. Green dijo que miles de personas necesitarían alojamiento al menos durante 36 semanas.
Gobierno de Estados Unidos activa ayuda
Más de tres mil personas se habían registrado para solicitar ayuda federal, según la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), y se esperaba que el número siguiera creciendo.
“No descartamos nada, y vamos a ser muy creativos en cómo empleamos nuestra autoridad para ayudar a construir comunidades y ayudar a la gente a encontrar un lugar donde quedarse en el largo plazo”, dijo el lunes la administradora de la agencia, Deanne Criswell.
La FEMA empezó además a proporcionar 700 dólares a los residentes desplazados para cubrir los costes de comida, agua, primeros auxilios y suministros médicos, indicó Criswell. El dinero era adicional a la cantidad que pudieran reclamar los residentes para cubrir la pérdida de viviendas y propiedades.
El gobierno de Joe Biden quería dedicar otros 12 mil millones de dólares al fondo de ayuda para desastres dentro de una solicitud adicional de financiamiento al Congreso.
Entre tanto, la compañía eléctrica local recibía críticas por no haber cortado la luz mientras fuertes vientos azotaban una zona seca y bajo grave riesgo de incendio. No estaba claro si el equipamiento de la compañía había sido un factor en el inicio del fuego.
Hawaiian Electric Co. Inc., la principal compañía eléctrica de Maui, cooperará con el estado y hará su propia investigación, indicó su presidenta y directora general, Shelee Kimura.
Kimura señaló que la decisión de cortar la luz requiere barajar muchos factores, como el impacto sobre personas que dependen de equipamiento médico especializado. También señaló que cortar la electricidad en la zona del incendio habría dejado las bombas de agua fuera de servicio.