El paso del huracán “Helene” ha dejado al menos 44 personas muertas y provocó grandes inundaciones en todo el sureste de Estados Unidos el viernes, privando de electricidad a millones de clientes.
Al menos 20 personas murieron en Carolina del Sur, 15 en Georgia, siete en Florida, una en Virginia y una en Carolina del Norte, según el balance más reciente de las autoridades locales.
Carreteras, casas y negocios quedaron bajo el agua después de que “Helene” tocó tierra cerca de Tallahassee, capital del estado de Florida, durante la noche del jueves y avanzó hacia el norte, aunque se debilitó hasta convertirse en tormenta tropical.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó sobre “inundaciones históricas y catastróficas” y advirtió sobre repentinas subidas de las aguas en Atlanta, la ciudad más grande de Georgia, así como en Carolina del Sur y Carolina del Norte.
Se pronosticaron hasta 30 centímetros de lluvia en las montañas de los Apalaches, y lugares aislados incluso recibieron más precipitaciones.
En Perry, una ciudad cercana al punto donde “Helene” azotó la costa como un potente huracán de categoría 4, con vientos de hasta 225 km por hora, las casas quedaron sin electricidad y la gasolinera fue arrasada.
“Soy de Florida, así que estoy un poco acostumbrado, pero en un momento me dio mucho miedo. Era como si mi casa fuera a volar”, dijo Larry Bailey, de 32 años, que pasó la noche refugiado en su pequeña casa de madera con sus dos sobrinos y su hermana.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, confirmó la muerte de 15 personas en su estado, entre ellas un socorrista, y advirtió que la ciudad de Valdosta había identificado 115 estructuras muy dañadas con varias personas atrapadas en su interior.
¿Nueva normalidad?
“Tenemos que empezar a preguntarnos: ¿es esta la nueva normalidad? ¿Va a suceder todos los años? Se habla mucho de una tormenta única en la vida, pero el año pasado tuvimos otra similar”, dijo Curtis Drafton, voluntario de búsqueda y rescate, de 48 años, en Steinhatchee, Florida.
Algunos residentes de Atlanta utilizaron baldes para vaciar el agua por las ventanas de la planta baja.
Los aeropuertos de Tampa y Tallahassee cerraron y más de 3.4 millones de hogares y empresas se quedaron sin electricidad en Florida, Georgia y las Carolinas este viernes.
En la zona de impacto, los residentes habían sido advertidos de una marejada ciclónica nunca antes vista.
Matt Heller, residente de Tampa Bay, dijo a CNN que su casa había quedado bajo 1.2 metros de agua media hora después de que azotara la tormenta, mientras se refugiaba en un kayak en su sala de estar inundada.
“Esta es definitivamente la inundación más grande que hemos tenido”, dijo.
El presidente Joe Biden y las autoridades estatales habían instado a la población a prestar atención a las advertencias oficiales de evacuación antes de que “Helene” llegara, aunque algunos optaron por quedarse en sus casas para esperar a que pasara la tormenta.
DeSantis movilizó a la Guardia Nacional y a miles de personas para posibles operaciones de búsqueda y rescate y restablecimiento de la energía.
“Helene” azotó antes la península de Yucatán, en México, donde se ubican varios balnearios turísticos.