Tras la nevada del fin de semana, Madrid vivió la madrugada de este martes 12 de enero una histórica helada que está complicando la limpieza de las calles, repletas de montículos de hielo y con una movilidad mínima de vehículos y peatones.
La capital española alcanzó una temperatura mínima de -10,8 ºC, un récord en el último medio siglo, según la Agencia Meteorológica Estatal (AEMET).
El centro de España sigue cubierto por las nieves de la borrasca “Filomena”, y en la provincia de Teruel, al este de Madrid, se alcanzaron los 25.4 grados bajo cero, según AEMET.
El frío extremo ha petrificado la nieve caída durante el fin de semana en Madrid.
Este martes, tanto los operarios del ayuntamiento como los vecinos seguían luchando por despejar las aceras con palas, escobas y sal gorda, dejando a los lados voluminosos montículos de hielo.
Las principales arterias de la capital fueron abiertas desde el domingo con ayuda del ejército.
Sin embargo, las calles secundarias e incluso vías muy comerciales siguen impracticables, con miles de árboles tronchados por el peso de la nieve y un tráfico mínimo de vehículos y de personas que recuerda al confinamiento primaveral, dictado entonces para contener la pandemia del nuevo coronavirus.
El simple hecho de caminar por la calle es un peligro, por la formación de películas de hielo en el suelo y los carámbanos que asoman amenazantes en las cornisas de los edificios.
En las últimas horas, cientos de personas fueron atendidas por traumatismos en las urgencias de los hospitales madrileños, que ya tienen que tratar también con los pacientes de Covid-19.
El peso de la nieve acumulada sigue causando otros estragos, como el derrumbe de la cubierta del pabellón deportivo del instituto madrileño Ramiro de Maeztu, donde de adolescente jugaba al baloncesto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La escasa circulación está haciendo daño en el pequeño comercio madrileño, que a los efectos económicos de la pandemia suma ahora una semana de actividad mínima.
La helada nocturna dejó también algunos edificios sin agua corriente.
Además, en los centros educativos, las clases presenciales quedaron suspendidas toda la semana en la región de Madrid.
Del lado del transporte, el Metro sigue funcionando y este martes regresaron a las calles los autobuses urbanos.
Cinco personas murieron a causa de la borrasca “Filomena”, que barrió el centro y el este de la península ibérica el fin de semana.
Entre ellos hay dos personas sin hogar en Barcelona, indicó este martes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.