La élite política de Hong Kong comenzó a escoger a los miembros de un poderoso comité que nombrará al próximo jefe del Gobierno de la ciudad y a casi la mitad del nuevo legislativo, bajo un nuevo sistema “sólo para patriotas”, impuesto por Pekín.
Aunque el centro financiero nunca ha sido una democracia, lo cual motivó años de protestas, anteriormente se toleraba la presencia de una oposición pequeña y activa luego de que China tomó el control en 1997.
Pero grandes manifestaciones pro-democracia estallaron dos años atrás, a veces violentas y China respondió con mano dura, al imponer un nuevo sistema político que sólo permite que personas consideradas leales ocupen cargos públicos.
La primera “consulta” con este nuevo sistema, bajo el lema de “Los patriotas gobiernan en Hong Kong”, tuvo lugar este domingo, cuando los miembros de las clases dominantes hongkonesas votaron para conformar este nuevo Comité Electoral, con mil 500 escaños.
El comité deberá designar en diciembre a 40 de los 90 legisladores de la ciudad.
Otros 30 serán escogidos por grupos de intereses especiales y sólo 20 serán fruto de una elección directa.
Un año después, el comité escogerá al próximo jefe del Gobierno local, que deberá ser aprobado por Pekín.
Ésta insiste en que el nuevo sistema político es más representativo y garantizará evitar acceder a los elementos “anti-China” a cargos públicos.
Pero críticos del sistema dicen que no da espacio a la oposición pro-democrática y que convirtió a Hong Kong en un espejo del sistema autoritario de China, bajo control del Partido Comunista.
Los hongkoneses están completamente separados de las operaciones electorales”, comentó Nathan Law, un destacado dirigente pro-democracia que el año pasado huyó a Gran Bretaña.
Quienes participan en las elecciones serán marionetas bajo el control de Pekín, sin ninguna competencia real”, agregó.
Ted Hui, un exlegislador que se trasladó a Australia, dijo que el sistema político hongkonés es ahora “un juego de aprobaciones completamente controlado por Pekín”.
Es más que una democracia controlada. Es una autocracia que pretende ser civilizada”, dijo Hui.
En 2016, antes de la reforma, alrededor de 233 mil hongkoneses pudieron votar en la ciudad.
Este número ha sido reducido ahora a unos 4 mil 800 o sea 0,06% de los 7.5 millones de habitantes de Hong Kong.
La policía indicó que había desplegado a unos 6 mil agentes para asegurar que no hubiera protestas ni interferencias.
Al cerrar las urnas, este domingo de noche, las autoridades indicaron que la participación entre tan selecto grupo de electores fue de 86%.
Se trata de una elección importante, aunque el número de personas que pueden participar no sea elevado. El nuevo sistema garantiza que los responsables de problemas antichinos no podrán más obstruir al Gobierno”, comentó la actual gobernante de la ciudad, Carrie Lam.
La mayoría de los escaños en la consulta de este domingo fueron designados en “carreras de un solo caballo”, con sólo 364 realmente en disputa. El resto será designado de oficio o por determinados grupos de interés.
En consecuencia, el comité tendrá todavía más miembros cuyos votos serán favorables a Pekín, entre ellos legisladores leales, miembros de organismos nacionales, así como representantes de grupos empresariales, profesionales y religiosos.
Medios locales indicaron que aquellos vinculados a las familias de magnates empresariales de la ciudad, tradicionalmente poderosos, tendrán menos incidencia que antes.
China había prometido que Hong Kong mantendría libertades fundamentales y autonomía durante 50 años después de la retrocesión británica.
Pero, tras las protestas de 2019, Pekín comenzó a transformar la ciudad en algo más semejante al autoritario territorio continental.
China además ha impuesto una vasta Ley de Seguridad Nacional que criminaliza a gran parte de la disidencia.
Muchas figuras opositoras han sido encarceladas, decenas de grupos y medios de comunicación favorables a la democracia, incluido el diario más popular de la ciudad, clausurados, así como decenas de miles de hongkoneses abandonaron la ciudad.
Otros, simplemente han sido descalificados para ocupar cargos públicos a causa de sus opiniones políticas.
También grupos de la sociedad civil han sido perseguidos y muchos se han disuelto.
Este domingo, la Confederación de Sindicatos, la organización laboral pro-democracia mayor de la ciudad, con unos 140 mil integrantes, ha sido la última entidad en anunciar que se disolverá el mes próximo.