Decenas de personas siguen encarceladas en China por haber participado en las manifestaciones de 2022 contra la política de “cero COVID” del Gobierno, denunció Human Rights Watch (HRW).
Incluso se desconoce la localización de algunos manifestantes encarcelados, agregó la organización, que tiene sede en Estados Unidos.
En noviembre, se produjeron manifestaciones de un alcance inédito en años en varias ciudades chinas para exigir el fin de las restricciones vinculadas a la política de “cero COVID” y, en ocasiones, reclamar más libertades políticas.
El Partido Comunista, en el poder, relajó a finales de diciembre su política sanitaria y desde entonces se han incrementado los casos de coronavirus por todo el país.
Medios y activistas informaron en las últimas semanas que un número desconocido de personas fueron detenidas, entre ellas, periodistas y estudiantes.
“Las autoridades deben liberar inmediatamente y abandonar todos los cargos contra cualquiera que esté detenido por haber participado en las manifestaciones ‘papel blanco'”, exigió HRW, en alusión a las hojas de papel que portaban los manifestantes para denunciar la falta de libertad de expresión.
Por su parte, Yaqiu Wang, investigadora de HRW, dijo que los jóvenes de China pagan un precio muy alto por atreverse a expresarse en favor de la libertad y de los derechos humanos.
No hubo información sobre detenciones
Ni el Gobierno chino ni los medios estatales informaron de las detenciones y apenas comentaron las protestas, que se organizaron en ciudades como Pekín y Shanghái. Pero allegados de manifestantes confirmaron varios arrestos.
En Cantón, por ejemplo, Yang Zijiang (25 años) y otros seis manifestantes fueron liberados bajo fianza a principios de enero, tras estar 30 días en prisión preventiva, según esas fuentes.
Además, HRW denunció que se desconoce el estatus legal y la localización de varios manifestantes, como Cao Zhixin (26 años), que fue detenida tras haber participado en una vigilia.