El patriarcado latino de Jerusalén y el patriarcado griego ortodoxo de Jerusalén, los últimos reductos de cristianos y católicos en la Franja de Gaza, anunciaron su decisión de quedarse en el enclave, a pesar del recrudecimiento de las agresiones israelíes contra la región.
Ambas iglesias, que se han mantenido unidas ante los ataques, señalaron en un comunicado conjunto, que desde hace décadas han sido refugio de personas adultas mayores, personas con discapacidad e infancias por lo que no los abandonarán.
Asimismo, afirmaron que cumplir las órdenes de evacuación israelíes y dirigirse hacia el sur constituye una condena de muerte.
Ambas comunidades eclesiales reafirmaron el compromiso del personal religioso de continuar ofreciendo apoyo y ayuda a las personas que lo necesitan, y que se encuentran refugiadas en sus edificios.
Los religiosos afirmaron que el bloqueo de ayuda humanitaria y alimentos ha debilitado a la población y se sumaron al llamado hecho por el Papa León XIV, quien aseguró que a todos los pueblos se les debe respetar el derecho a contar con una identidad propia.
El pasado 17 de julio Israel atacó la única iglesia católica de la franja de Gaza, ocasionando la muerte de tres personas y lesiones al padre Gabriel Romanelli.