Los incendios en el norte de California cobraron el miércoles una cuarta vida, en momentos en que los bomberos intentaban estabilizar el fuego que avanza sobre la prestigiosa región vitivinícola del Valle de Napa.
- Al menos una decena de bodegas, muchas de lujo, sucumbieron a las llamas del incendio “Glass Fire”, iniciado el domingo. El incendio se ha contenido solo en un 2% el miércoles después de devorar unas 20,000 hectáreas.
Un denso humo cubría el valle y varias construcciones se encontraban ennegrecidas e incluso reducidas a ruinas, como las instalaciones de la finca Castello di Amorosa, según comprobó la AFP.
Mantenemos el ánimo. Hemos pasado por momentos difíciles recientemente con el coronavirus y otros incendios”, dijo Madeleine Reid, directora de hospitalidad de la finca, rodeada de los restos aún humeantes de esta réplica de un castillo medieval italiano, cuyas piedras habían sido especialmente importadas de Europa.
“Esperamos que todo vaya bien para nuestros vecinos”, agregó.
Decenas de miles de residentes han sido evacuados en los últimos días debido al incendio, que también afecta al cercano valle de Sonoma.
- Calistoga, una pequeña ciudad famosa por su enoturismo, quedó desierta el miércoles, aislada casi completamente por las llamas. “Quizás el lado positivo es que el fuego no está dentro de la ciudad, sino a nuestro alrededor”, dijo a la AFP el alcalde, Chris Canning.
En total, el incendio destruyó más de 80 viviendas, un número aún desconocido de locales comerciales, y amenaza a más de 20.000 edificaciones, según los bomberos de California.