Estados Unidos debería aplicar de manera flexible las sanciones destinadas a frenar los programas nucleares de Pyongyang para reactivar las conversaciones de desnuclearización, dijo el hombre clave de Corea del Sur sobre Corea del Norte.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, y el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acordaron trabajar hacia la desnuclearización de la península de Corea en su primera cumbre en 2018, pero una segunda cumbre y las posteriores conversaciones a nivel de trabajo fracasaron.
La nueva administración del presidente Joe Biden no ha anunciado ninguna política de Corea del Norte, pero Seúl, ansioso por resucitar la cooperación económica transfronteriza estancada, ha expresado sus esperanzas de que Biden reinicie las negociaciones con Pyongyang.
Lee In-young, ministro de unificación de Corea del Sur a cargo de los asuntos intercoreanos, dijo que el refuerzo de las sanciones puede no ser la clave para que Corea del Norte vuelva a la mesa.
Si tuviéramos que hablar de sanciones adicionales, es hora de revisar qué logros han traído las sanciones hasta ahora. Fortalecerlo podría no ser todo “, dijo Lee en una conferencia de prensa.
“Tenemos que mirar hacia atrás al aspecto de que la aplicación flexible de sanciones según la situación podría desempeñar un papel en la aceleración de las negociaciones de desnuclearización”.
Los comentarios de Lee se produjeron después de que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, instara a Biden a aprovechar el progreso logrado por Kim y Trump. La semana pasada, el primer ministro Chung Sye-kyun dijo que Pyongyang y Washington deberían buscar un acuerdo inicial que incluya un cese de la actividad nuclear del Norte y un recorte en su programa a cambio de un alivio de las sanciones.
Lee no dio detalles sobre qué sanciones deberían suavizarse, pero ha pedido exenciones para permitir los intercambios humanitarios intercoreanos, incluida la prestación de asistencia para ayudar a Corea del Norte a combatir el coronavirus.
Corea del Norte no ha confirmado ningún caso de coronavirus, aunque las autoridades surcoreanas han expresado dudas y han rechazado la oferta de ayuda de Seúl.
Lee dijo que su gobierno podría compartir kits de prueba, medicamentos y otros suministros cada vez que Corea del Norte aceptara su propuesta, aunque todavía no tiene planes de enviar vacunas.
“Trabajar juntos en COVID-19 es una forma de mantenernos a todos seguros, más allá de ayudarlos”, dijo, refiriéndose a la frontera compartida. “Espero que Corea del Norte reconsidere el valor positivo de la cooperación humanitaria”.