Irak está reforzando la seguridad a lo largo de su frontera de 600 km (400 millas) con Siria para frenar el movimiento de militantes del Estado Islámico, el contrabando de drogas y otras actividades ilegales.
Los comandantes iraquíes recorrieron la remota frontera del desierto controlada por varias fuerzas diferentes, incluido el ejército iraquí, las milicias alineadas con Irán, el ejército sirio, los rebeldes anti-Damasco y las fuerzas kurdas respaldadas por Estados Unidos.
La frontera es un relámpago de tensión entre los grupos respaldados por Irán y Estados Unidos, y también está tensa debido a las incursiones del Estado Islámico y la presión turca sobre los grupos rebeldes kurdos.
En un puesto de avanzada frente a Siria, el teniente general Abdul Amir al-Shammari dijo que la parte iraquí estaba bajo el control de las fuerzas estatales y estaba más asegurada, pero que los principales desafíos provenían del interior de Siria.
“Uno de los mayores desafíos es que no hay un socio de seguridad único o unificado en el lado sirio”, dijo.
En esta área, las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) están al otro lado de la frontera, con quienes coordinamos a través de la coalición (estadounidense)”, dijo, refiriéndose a los paramilitares respaldados por Estados Unidos y dominados por los kurdos que luchan contra los remanentes del Estado Islámico y también se oponen a Pavo.
“Más al sur, está el ejército sirio y, en algunas áreas más allá, el control de los grupos de oposición sirios”, dijo Shammari.
Irak está intensificando el uso de cámaras térmicas de alta tecnología y globos de observación, dijo.
Reporteros de Reuters que recorrieron la frontera por aire con los militares excavadores de sierras haciendo trincheras más profundas a lo largo de grandes secciones del lado iraquí de la frontera, que está escasamente salpicada de torres de guardia fronteriza, terraplenes de tierra y cercas metálicas.
La frontera también ha visto recientemente ataques aéreos israelíes contra objetivos vinculados a Irán, incluidos los comandantes de la Guardia Revolucionaria, ya que Israel aumenta la presión sobre los aliados de Irán y del presidente sirio Bashar al-Assad.
El ejército iraquí se encuentra en la difícil posición de coordinarse con los paramilitares estatales que incluyen a los grupos alineados con Irán que se enfrentan a Israel y Estados Unidos y transfieren armas y personal a través de la frontera.
Irak también navega por una relación creciente con Turquía que quiere que Bagdad ayude a reprimir las actividades del grupo insurgente kurdo PKK, que tiene bases en el norte de Irak y aliados en las SDF.