Los tribunales de Teherán condenaron a 400 personas a penas de prisión de hasta 10 años por su participación en las protestas tras la muerte de Mahsa Amini hace casi tres meses, anunció este martes la justicia iraní.
Irán se enfrenta a manifestaciones consideradas disturbios por las autoridades. La muerte bajo custodia el pasado 16 de septiembre de esta kurda iraní de 22 años, tras su detención por violar el código de vestimenta de la República Islámica, provocó un movimiento de protesta sin precedentes en el país en los últimos años.
“Durante las audiencias sobre los alborotadores en la provincia de Teherán, 160 personas fueron sentenciadas a penas que oscilan entre cinco y 10 años de prisión, 80 personas a penas de dos a cinco años y 160 personas a penas de hasta dos años”, dijo el jefe de la justicia en Teherán, Ali Alghasi-Mehr.
La ejecución en los últimos días de dos jóvenes de 23 años, en relación con las protestas, ha desatado una ola de condena internacional.
Desde el comienzo del movimiento, miles de personas han sido arrestadas. El máximo organismo de seguridad de Irán dijo el 3pasado 3 de diciembre que más de 200 personas habían muerto durante las protestas.
¿Futbolistas detenidos?
De acuerdo a Hengaw, organización que defiende los derechos humanos, también fueron a Saqqez dos estrellas iraníes de fútbol, Ali Daei y Hamed Lak, para participar en la ceremonia de 40 días de luto.
Los dos futbolistas se alojaron en el Hotel Kurd, según Hengaw, pero fueron trasladados al hotel del Gobierno bajo control de las fuerzas de seguridad.
Daei ya había tenido problemas por apoyar las protestas en redes sociales. El diario Hammihan citó al gobernador del Kurdistán, Esmail Zarei Koosha, diciendo que Ali Daei y otras personalidades estaban en Teherán y que “todo estaba tranquilo en Saqqez”.
El enemigo y sus medios de comunicación intentan utilizar el 40 día de la muerte de Mahsa Amini como un pretexto para provocar nuevas tensiones, pero afortunadamente, la situación en la provincia está completamente estable declaró el gobernador.
Asimismo, este martes, la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO) confirmó que el futbolista Amir Nasr-Azadani será ejecutado por el Gobierno.
Dijo que el jugador iraní, de 26 años, fue condenado a muerte por participar en protestas por los derechos de las mujeres.
Ante esto, el organismo pidió la eliminación inmediata del castigo.
Represión en las protestas
Mientras tanto, estaban en curso manifestaciones en otros lugares del país, sobre todo en universidades, según el portal 1500tasvir, que documenta las violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad.
La represión de las protestas en todo Irán ha dejado al menos 141 muertos, entre ellos, niños, según un balance actualizado de Human Rights (IHR), mientras que Amnistía Internacional (AI) documentó que 23 niños han muerto en la represión.
El miércoles pasado, Irán anunció sanciones contra personas, instituciones y medios de comunicación en la Unión Europea (UE), en respuesta a las sanciones impuestas por Bruselas contra dirigentes iraníes y contra la policía de la moral por la represión.
¿Qué originó todo?
En septiembre, la joven activista Mahsa-Aminí fue arrestada por la policía de la moral bajo el señalamiento de portar de forma inadecuada el velo sobre el cabello, llamado hiyab, el cual es obligatorio.
Mahsa Amini, de 22 años, estaba de visita en la capital iraní con su familia cuando fue detenida el martes 13 de septiembre por esa unidad especial de la policía, encargada de hacer cumplir las estrictas reglas de indumentaria impuestas a las mujeres iraníes, como la obligatoriedad de cubrirse el pelo.
Según el testimonio de su hermano, tras la detención de Aminí, las autoridades señalaron que llevarían a cabo algún tipo de “reeducación” y que en una hora la dejarían salir.
Sin embargo, no fue así, dos horas después del arresto, Aminí terminó en un hospital. Los médicos confirmaron que tenía muerte cerebral.
La joven murió el viernes 16 de septiembre, en el Hospital Kasra de Teherán. La policía iraní confirmó su fallecimiento y negó que hubiera recibido violencia física o algún contacto entre los agentes y la joven.
Desde esa fecha, las manifestaciones no han dejado de ocurrir, bajo un clima de tensión. Su cuerpo fue inhumado el sábado en su pueblo natal: Saquez.
Además, en el poblado, mujeres se quitaron el hiyab y lo agitaron en sus manos en protesta por su muerte.