Irán reconectará las cámaras de vigilancia en varios sitios nucleares y aumentará la frecuencia de las inspecciones, informó el sábado el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi.
“Hemos alcanzado un acuerdo para que las cámaras y los sistemas de vigilancia vuelvan a funcionar”, dijo Grossi a la prensa en el aeropuerto de Viena, al regresar de una misión de dos días en Teherán.
Esa medida debería aplicarse “muy pronto“, comentó, pese a que el comunicado conjunto publicado por el OIEA y la organización de energía atómica iraní no da ninguna precisión al respecto.
Por otra parte, Irán aceptó incrementar en un 50% el número de inspecciones a la planta subterránea de Fordo, donde recientemente se detectaron partículas de uranio enriquecido a 83.7%, un nivel cercano al 90% requerido para fabricar una bomba atómica.
Antes de partir de Irán, Grossi indicó que durante su misión había mantenido “conversaciones constructivas” que podrían allanar el camino para reactivar el acuerdo nuclear de 2015 entre la República Islámica y las grandes potencias.
Irán limitó el año pasado las inspecciones y desconectó las cámaras, en un momento de fuerte deterioro de sus relaciones con las potencias occidentales.
La decisión de volver a conectarlas es “muy, muy importante, en particular en la perspectiva de reactivar el acuerdo de 2015” que limitaba las actividades nucleares de Irán en contrapartida a una reducción de las sanciones económicas occidentales.
El acuerdo de 2015 agoniza desde que Estados Unidos se retiró de él en 2018, bajo la presidencia de Donald Trump.
La República Islámica fue ignorando desde entonces varios compromisos de ese acuerdo.
Las conversaciones para reanimarlo empezaron en 2021, pero se encuentran paralizadas desde el año pasado.
En noviembre de 2022, los países occidentales criticaron la falta de cooperación de Irán tras el descubrimiento de uranio enriquecido en tres instalaciones no declaradas.
Según el OIEA, las reservas de uranio enriquecido de Irán totalizaban el 12 de febrero 3.760,8 kilos, 18 veces más que el límite autorizado por el acuerdo de 2015.