Israel Ávila es el primer testigo colaborador en el juicio en contra de Genaro García Luna, al que el juez Brian Cogan ordenó a la dibujante de la corte este de Brooklyn borrar su rostro; sin embargo, su testimonio fue como una serie de disparos contra el acusado.
“Nosotros no trabajamos para Genaro García Luna, García Luna trabaja para nosotros”, le dijeron los hermanos Alberto y Marco Pineda Villa, narcotraficantes alías “El Borrado” y “El MP”, ligados a los también hermanos del cartel de los Beltrán Leyva.
Israel Ávila también es el testigo de los cinco colaboradores que se han presentado al juicio, que abordó la operación para limpiar el dinero sucio mediante compra o renta de casas, así como de un registro en un documento en Excel del dinero que se le entregaba a “El Tartamudo” o “El Metralleta”, como le decían a García Luna.
Al ser cuestionado por la Fiscalía estadounidense, Ávila narró sus funciones en el crimen organizado, una especie de contador y gerente de bienes raíces, que adquiría casas para los capos, cuyo costo iba de los 500 mil a los cuatro millones de dólares. Se pagaba con dinero proveniente del narcotráfico.
Aseguró que compró casas en Cuernavaca, Morelos para Arturo Beltrán Leyva, que gustaba de espacios amplios, donde a su llegada pudieran estacionar un helicóptero o pudieran estar sus mascotas, un león y un hipopótamo.
También le compró una casa al MP, Mario Pineda, en Jiutepec, Morelos. La misma localidad donde Genaro García Luna, dijo, con el esfuerzo de su trabajo como servidor público, también se compró una residencia valuada en 9 millones de pesos, que ya fue confiscada por autoridades mexicanas.
El testigo colaborador, narró que una vez pensó que las casas que le pedían comprar los capos eran para la gente de la extinta Agencia Federal de Investigación, pues el contacto vestía como los agentes, usaba armas y vehículos de esa corporación.
Pero un día los hermanos Pineda Villa mataron a esa persona en una de las casas, y supo que no eran policías, sino parte del Cartel de Sinaloa.
– ¿Ustedes no son de la AFI y trabajan para García Luna?, les preguntó Ávila a el MP
-“No. Estás equivocado ni tu ni nosotros trabajamos para García Luna. Él trabaja para nosotros”, le respondió el narcotraficante.
Pero García Luna no fue el único funcionario que, según el testigo estaba en la lista de los Beltrán Leyva, también en los libros de registro que llevaba, guardaba a “El Cuernos”, “Cabeza” o “Vaca”, en referencia a Luis Ángel Cabeza de Vaca, exsecretario de Seguridad Pública en Morelos.
El contador de la mafia también ratificó lo dicho por Sergio Villareal Barragán, “El Grande”, el exsecretario de seguridad de México fue levantado por los Beltrán Leyva, quienes consideraron que ya no estaba teniendo una relación tan cercana como previamente la habían tenido.
También reveló que, en la detención del Rey Zambada, participaron con gente del Gobierno, integrantes de los Beltrán Leyva que ya se habían separado del “Chapo Guzmán”. Incluso que llamaron a un periodista que trabajaba para ellos, porque los agentes policiales querían cambiar al capo por otras personas.
Con sus declaraciones Israel Ávila, puso una fuerte presión a la defensa de García Luna, que aún no lo interroga.