La aviación israelí machacó el sábado el sur de Líbano, incrementando los temores de una guerra total, al día siguiente de un bombardeo que mató a 37 personas, entre ellas altos mandos de Hezbolá, en un suburbio de Beirut.
“Durante la última hora, hemos lanzado un ataque a gran escala en el sur de Líbano, después de identificar preparativos de Hezbolá para disparar contra territorio israelí”, declaró por la noche el portavoz del ejército, Daniel Hagari, agregando que “decenas de aviones de la Fuerza Aérea” participaban en esa operación.
Previamente, Israel indicó que había atacado en esa zona “miles de plataformas de lanzamiento” de cohetes “listas para ser utilizadas”.
El movimiento proiraní Hezbolá anunció por su parte haber disparado decenas de cohetes contra posiciones militares en el norte de Israel; “unos 90“, según el ejército israelí.
Hezbolá, poderoso actor político y militar en Líbano, abrió un frente en la frontera con Israel hace casi un año, tras el inicio de la guerra en la Franja de Gaza, en apoyo a su aliado islamista Hamás, en el poder en ese territorio palestino.
La Defensa Civil de Gaza anunció el sábado la muerte de al menos 21 personas en un bombardeo israelí de una escuela donde se refugiaban desplazados pero que, según el ejército israelí, servía de base a “terroristas”.