Durante una entrevista en el noticiario matutino de El Once, Miguel Ángel Barragán, asesor político de la Embajada de Palestina en México, manifestó que Israel está haciendo un “esfuerzo” para acabar con la presencia del pueblo palestino en la Franja de Gaza, y para que esta zona se convierta en un lugar inhabitable.
“Ha sido un año de genocidio, de limpieza étnica y de desplazamiento forzado de alrededor de 2 millones de personas”, sostuvo.
Además de los sucesos antes mencionados, explicó que hay otra situación preocupante para la región de Gaza: la educación.
Indicó que ya son dos años de educación perdida, además de que ya no queda una universidad en pie, pues se han suscitado cientos de ataques en las escuelas, “realmente es una situación insostenible”.
“Se ha traspasado cada línea roja que se ha trazado en torno en este genocidio; se han normalizado los crímenes, incluso los más atroces, pues antes se generaba controversia cuando el ejército israelí atacaba un hospital, y ahora no hay un hospital que no haya sido atacado, además de que ya no se genera una reacción por parte de la comunidad internacional u opinión pública”, dijo el entrevistado.
Miguel Ángel Barragán añadió que lo mismo ha pasado con los campos de refugiados, las mezquitas, las iglesias y las escuelas.
Un año de guerra en Gaza, las consecuencias del conflicto entre Hamás e Israel
Tras un año de la invasión israelí en la Franja de Gaza, territorio palestino, miles de personas sufren hambre, sed, frío y enfermedades. No hay ningún lugar seguro en esa región; los bombardeos han destruido cada metro del enclave palestino.
Los insumos médicos no son suficientes y la ayuda humanitaria es escasa debido al cierre de los pasos fronterizos; lo peor es que no se ve fin a esta guerra devastadora e injusta.
Las cifras de la guerra en Gaza
Bajo el argumento de destruir a la organización Hamás, que hace un año atacó a Israel, matando a mil 250 personas y tomando más de 200 rehenes, el ejército de Benjamín Netanyahu ha cometido genocidio contra la población civil.
Casi 42 mil gazatíes han perdido la vida; de ellos, más de 16 mil eran niños y niñas. Al menos 21 mil menores están desaparecidos, otros 20 mil perdieron a uno o ambos progenitores y 17 mil están solos o separados de sus familias.
También han sido asesinados médicos, rescatistas, personal humanitario y periodistas.
Entre los escombros, la hambruna y la polio
Las zonas llamadas seguras, demarcadas por el propio ejército israelí, son atacadas sin miramientos. Los más de 2 millones de pobladores de Gaza son continuamente desplazados y sobreviven entre escombros, en campamentos improvisados.
Casas, hospitales, mezquitas, edificios y escuelas han sido parcialmente dañados o totalmente destruidos. La ONU asegura que dos tercios de todas las estructuras que existían en Gaza, sufrieron algún tipo de daño.
“Hay hambruna. Venimos a hacer cola, pero nos echaron. No hay suficiente comida para el campo de refugiados, un plato de harina no alcanza”, externó Musaab al-Masry, habitante de Yabalia, Franja de Gaza.
En medio de la devastación y las condiciones insalubres, surgió un caso de polio, enfermedad erradicada hace 25 años, por lo que fue necesaria una campaña de vacunación para detener su resurgimiento.
Israel justifica este genocidio asegurando que sus objetivos son líderes e integrantes de Hamás; sin embargo, las bajas civiles se cuentan por miles.
Una tregua humanitaria momentánea se logró sólo hasta noviembre pasado, cuando fueron liberados 113 rehenes israelíes y 250 palestinos encarcelados en procedimientos que se acusan ilegales en Israel.
La violencia continúa a pesar de las millones de voces en todo el mundo que exigen un cese el fuego, y justicia por las más de 7 décadas de ocupación.