Internacional

Israel y Líbano firman acuerdo marítimo para explorar yacimientos en el mar

El jefe del Hezbolá libanés, Hasan Nasralá, insistió en que el pacto no era un tratado internacional ni un "reconocimiento de Israel".

En un acontecimiento histórico, el presidente de Líbano, Michael Aoun, y el primer ministro israelí, Yair Lapid, firmaron un acuerdo de demarcación de fronteras marítimas a fin de que ambos países puedan explorar yacimientos de gas en el Mar Mediterráneo y así terminar una disputa de varios años.

“Este es un logro político. No todos los días Estados Unidos y Francia nos respaldan y brindan seguridad y garantías económicas para el acuerdo”, dijo el primer ministro de Israel, Yair Lapid. 

Para Lapid, se trata de “un logro político” e indicó que no todos los días un “Estado enemigo” reconoce al Estado de Israel en un acuerdo escrito y esto, delante de toda la comunidad internacional.

Por su parte, el presidente Aoun respondió en una publicación que se trataba de un acuerdo puramente “técnico”, sin ninguna dimensión política ni consecuencias que contradigan la política exterior del Líbano.

Mientras tanto, el jefe del Hezbolá libanés, Hasan Nasralá, insistió también en que el pacto no era un tratado internacional ni un “reconocimiento de Israel”.

El visto bueno de la formación proiraní fue clave para la firma del convenio. Durante el verano, amenazó con atacar a Israel si recurriese a las reservas del campo de Karish -reivindicado parcialmente por Líbano- antes de cerrarse un acuerdo. 

Pero hubo también divisiones en Israel, donde el jefe de la oposición, Benjamin Netanyahu, afirmó que el pacto tenía que ser votado en el Parlamento o en un referéndum, pero a mitades de octubre, el Tribunal Supremo desestimó varias apelaciones que pedían el apoyo parlamentario y allanó el camino para la firma del acuerdo. 

“Canje de cartas”

Líbano quiso que su delegación evitara cualquier contacto oficial con la de Israel, por lo que exigió que la ceremonia tuviera lugar en dos salas separadas. 

Para Líbano, sumido en una profunda crisis económica, este acuerdo llega unos días antes de que finalice el mandato del presidente Aoun, sin que se haya encontrado un sucesor. También se produce poco antes de las elecciones legislativas del primero de noviembre en Israel, para las que Lapid está haciendo campaña.

El acuerdo adoptó la forma de dos “canjes de cartas“, uno entre Líbano y Estados Unidos, y otro entre Israel y Estados Unidos.

“Deja bajo control israelí el yacimiento de Karish y concede a Líbano el campo de gas de Qana, más al noreste. Sin embargo, una parte de este yacimiento superará la línea fronteriza entre ambos países, con lo que Israel se llevará parte de los beneficios de la explotación”, según el texto.

Asimsimo, las autoridades de Israel indicaron que el gas situado en el Mediterráneo Oriental no sólo reducirá los costos energéticos del país, sino que impulsará las exportaciones a Europa, que busca diversificar sus suministros debido a la invasión rusa de Ucrania.

El yacimiento deberá alimentar el mercado israelí, pero aumentar también las exportaciones de las plataformas de Leviatán y Tamar, conectadas a un gasoducto que conecta el sur de Israel con el norte de Egipto, donde puede licuarse y enviarse a los mercados mundiales.

El mediador estadounidense, Amos Hochstein, dijo ante la prensa que el acuerdo crea esperanza y oportunidades económicas y “estabilidad” para ambas partes.

Mientras que el grupo energético Energean puso en marcha el miércoles la producción de gas natural en el yacimiento de Karish, tras recibir la luz verde del Gobierno israelí.

Líbano, por su parte, pidió a TotalEnergies que iniciara rápidamente los trabajos de exploración en el yacimiento de Qana.

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