Israel y Líbano alcanzaron un acuerdo mediado por Estados Unidos para solventar una vieja disputa sobre sus fronteras marítimas que puede desbloquear la explotación de los recursos gasísticos de la zona, celebró el primer ministro israelí, Yair Lapid.
“Israel y Líbano alcanzaron un acuerdo histórico que resuelve la disputa marítima”, dijo un comunicado de la oficina de Lapid, que lo definió como un hito histórico que reforzará la seguridad de Israel.
La presidencia de Líbano dijo anteriormente que la propuesta final enviada por el representante estadounidense Amos Hochstein era satisfactoria para Líbano y que esperaba anunciar lo antes posible los límites acordados.
Estados Unidos mediaba desde hace dos años entre estos vecinos sin relaciones diplomáticas para resolver la disputa fronteriza en una zona del Mediterráneo rica en recursos gasísticos. Su enviado Amos Hochstein presentó una propuesta a principios de mes, que pareció recibirse con buenos ojos por ambas partes.
Aunque el pacto pareció quebrarse después de que Israel rechazara las enmiendas introducidas por Beirut, las negociaciones continuaron hasta sellar el acuerdo final.
“Todas nuestras demandas fueron satisfechas, los cambios que pedimos fueron corregidos. Protegimos los intereses de seguridad de Israel y estamos en camino de un acuerdo histórico“, dijo este martes el líder negociador de Israel, Eyal Hulata.
Según informaciones de prensa y de responsables de la negociación, la propuesta prevé dejar bajo control israelí el yacimiento de Karish y conceder a Líbano el campo de gas de Qana, situado más al noreste.
Sin embargo, una parte de este yacimiento superará la línea fronteriza entre ambos países, con lo que Israel se llevaría parte de los beneficios de la explotación, indicaron estas fuentes.
Líbano e Israel siguen técnicamente en guerra y no disponen de relaciones diplomáticas. Su frontera terrestre está patrullada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En un contexto de escasez de gas en Europa por la invasión de Ucrania, Israel quiere empezar cuanto antes la explotación en Karish para exportar hacia el Viejo Continente.
El acuerdo
El acuerdo marcaría un gran avance en las relaciones con los dos países, que han estado formalmente en guerra desde el establecimiento de Israel en 1948, pero el acuerdo aún enfrenta algunos obstáculos, incluidos desafíos legales y políticos clave en Israel. Líbano no confirmó de inmediato que se había llegado a un acuerdo.
En juego están los derechos sobre la explotación de las reservas submarinas de gas natural en áreas del Mediterráneo oriental que reclaman los dos países, que no tienen relaciones diplomáticas.
Se espera que el acuerdo permita la producción adicional de gas natural en el Mediterráneo. Líbano espera que la exploración de gas ayude a sacar a su país de su crisis económica en espiral.
Líbano e Israel reclaman unos 860 kilómetros cuadrados (330 millas cuadradas) del Mar Mediterráneo. Según el acuerdo, esas aguas se dividirían a lo largo de una línea a ambos lados de un campo estratégico de gas natural.