Italia introdujo nuevas restricciones para las personas que no están vacunadas contra el COVID-19, las cuales no podrán acceder a los restaurantes ni viajar en avión dentro del país, según las medidas que entraron en vigor este lunes.
Las personas que han superado recientemente el COVID-19 están exentas de esa obligación.
Las restricciones para los no vacunados fueron adoptadas debido al aumento de los contagios, incluso entre niños.
Italia también introdujo la vacunación obligatoria para las personas mayores de 50 años la semana pasada.
La apertura de las escuelas este lunes suscita debate dentro del Gobierno, debido al pedido de los rectores de las escuelas y del sindicato de médicos para que se posponga el regreso a las clases de al menos 15 días.
El virólogo Massimo Galli, del Hospital Sacco de Milán, calificó la apertura de las escuelas de una decisión “imprudente e injustificada“, mientras que el experto en salud pública Walter Ricciardi calificó la situación de “explosiva”.
Más de mil municipios han decidido mantener las escuelas cerradas, según información de los medios locales.
Italia, primer país europeo afectado por el coronavirus a principios del 2020, ha registrado cerca de 140 mil muertos.
Más del 86% de los mayores de 12 años han sido vacunados y alrededor del 15% de los niños de cinco a once años han recibido la primera dosis.
La compañía nacional de ferrocarriles, Trenitalia, anunció este lunes la cancelación de 180 trenes regionales debido a los contagios de coronavirus.
Hasta el 31 de marzo será necesario presentar el certificado de vacunación completa o de que se ha recuperado recientemente el contagio, para poder entrar a restaurantes, hoteles y centros deportivos, así como a autobuses, trenes, aviones y barcos.
Las mascarillas FFP2 son obligatorias en teatros, cines, estadios deportivos y en todos los medios de transporte público.
Los habitantes no vacunados de las pequeñas islas italianas, que habían advertido que corrían el riesgo de encontrarse en un “exilio forzoso” por las nuevas reglas, obtuvieron un permiso adicional.
Para esos habitantes -para quienes los barcos y aviones son el único medio de salida y regreso a las islas- podrán seguir viajando presentando una simple prueba negativa hasta el 10 de febrero.