Internacional

Japón gastará 12 mdd en funeral de Estado del exprimer ministro Shinzo Abe

Abe fue asesinado en un mitin electoral y el Gobierno prevé que decenas de gobernantes y exgobernantes acudan al servicio fúnebre del 27 de septiembre en Tokio.

Japón tiene previsto destinar 1 mil 700 millones de yenes (12 millones de dólares) para el funeral de estado del exprimer ministro Shinzo Abe, asesinado en julio pasado, anunció el Gobierno.

Abe fue asesinado en un mitin electoral y el Gobierno prevé que decenas de gobernantes y exgobernantes acudan al servicio fúnebre del 27 de septiembre en Tokio.

Sin embargo, encuestas recientes indican que cerca de la mitad de los votantes japoneses se oponen al evento con financiamiento público.

“La seguridad deberá costar unos 800 millones de yenes, sumados a 600 millones para alojamiento y 250 millones por la ceremonia. Delegados de más de 190 países y regiones podrían participar”, detalló el portavoz gubernamental, Hirozaku Matsuno.

El funeral se realizará en el Nippon Budokan de Tokio, que suele ser utilizado para conciertos y eventos deportivos y que también albergó el último funeral de Estado japonés, en 1967.

El primer ministro, Fumio Kishida, dijo que los logros locales e internacionales de Abe, el primer ministro más longevo del país, hacen apropiado un funeral de Estado.

El trabajo de Shinzo Abe

Shinzo Abe, un nacionalista vástago de una dinastía política de élite y el primer ministro más longevo de Japón, definió una era de reformas e invitó al mundo a reevaluar la gigantesca economía asiática bajo su bandera “Abenomics”. 

El segundo mandato de Abe, que se extendió desde finales de 2012 hasta el verano de 2020 y generó fanatismo, escándalos y protestas a gran escala, contrastó notablemente con las décadas que lo precedieron y con su primera y breve etapa de un año como primer ministro.

Según los analistas políticos, el suyo ha sido un cargo excesivo para una figura política excesiva.

Durante años, tras el colapso de la burbuja bursátil e inmobiliaria de la década de 1980, Japón luchó contra el estancamiento económico, una sucesión de primeros ministros que duró una media de unos 18 meses y la progresiva disminución de la nación en la escena mundial. Abe, que combinó el carisma doméstico con el brío diplomático, trató de corregir todo eso.

Introdujo a Japón en la Asociación Transpacífica, un acuerdo comercial regional, sofocando la oposición del poderoso lobby agrícola nacional de una manera que sus predecesores difícilmente podrían haber imaginado.

Gran parte del legado de Abe radica en los nuevos acuerdos comerciales y su impulso a “un Indo-Pacífico libre y abierto” en un momento en que la globalización está amenazada.

Asimismo, su visión fue decisiva en la creación de la Cuadrilateral, una agrupación de seguridad que incluye a Japón, Estados Unidos, India y Australia, para contrarrestar las ambiciones militares y económicas de China.

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