El jefe del Congreso de Perú pidió este sábado a la flamante presidenta del país, Dina Boluarte, nombrar pronto a su gabinete para acabar con las protestas de nuevas elecciones tras la destitución y detención del exmandatario Pedro Castillo, acusado de una intentona golpista.
“La presidenta de la república debe tomar decisiones prontas, como por ejemplo su gabinete, y decisiones inmediatas para salir de ciertos apuros y generar confianza y tranquilidad”, dijo José Williams, máxima autoridad del Poder Legislativo peruano.
“Pido calma a la población tranquilidad. Mirar las cosas de forma positiva“, agregó en declaraciones a la radio RPP.
Boluarte, vicepresidenta hasta su toma de posesión el miércoles tras la destitución de Castillo por el Congreso, anunció la víspera que prevé tener formado un nuevo gobierno este sábado.
“Le agradeceré a las hermanas y hermanos del Perú que con calma esperemos, creo que en el transcurso del día y mañana (sábado) antes del mediodía a más tardar estará juramentando” el nuevo gabinete, manifestó el viernes en las afueras de su vivienda.
Boluarte no descartó entonces llamar a elecciones anticipadas en busca de una salida pacífica a la crisis política, e instó a la calma a la población en medio de protestas que exigen un nuevo Congreso.
Estudiantes trabajadores y partidos políticos de izquierda convocaron para esta tarde a partir de las 21H00 GMT una marcha en Lima luego que finalicen los partidos de cuartos de final de la justa Mundialista Qatar.
Los bloqueos de carreteras permanecían por tercer día en las zonas surandinas del país donde Castillo, un exmaestro de escuela rural, goza del mayor apoyo.
En las regiones Ica y Arequipa continuaban bloqueados varios tramos de la Panamericana, la principal carretera que atraviesa el país de norte a sur, dejando decenas de buses y camiones de carga varados.
Cientos de personas que marcharon el viernes por segundo día por las calles de Lima se enfrentaron a la policía en su intento en llegar a la sede del Congreso. La policía utilizó gases lacrimógenos para disolver la movilización que dejó algunos detenidos.
Castillo intentó el miércoles disolver el Legislativo y gobernar por decreto, pero sus órdenes fueron desacatadas por el Congreso y las Fuerzas Armadas.
Tras su fracaso en instaurar el estado de excepción, Castillo fue detenido por su propia escolta mientras se dirigía a la embajada de México en Lima a solicitar asilo político. Fue puesto el jueves en prisión cautelar por siete días. La fiscalía lo acusa de rebelión y de ser hallado culpable, enfrentaría entre 10 y 20 años de prisión.