Al menos dos policías y un civil murieron tras una jornada de protestas antigubernamentales en la capital de Sierra Leona, Freetown, según informó el personal de la principal morgue de la ciudad.
El Gobierno de Sierra Leona dijo previamente que había habido muertos, pero no dijo cuántos, ya que los manifestantes lanzaron piedras y quemaron neumáticos en las calles por su frustración ante el empeoramiento de las dificultades económicas y otros problemas.
El país de África Occidental, que ha estado luchando contra la creciente inflación y una crisis de combustible, impuso un toque de queda en todo el país a partir de las 15:00 horas local, en un intento de frenar la violencia.
“Como gobierno, tenemos la responsabilidad de proteger a todos los ciudadanos de Sierra Leona. Lo que ha ocurrido hoy ha sido desafortunado y se investigará a fondo”, declaró el presidente Julius Maada Bio en Twitter.
Vídeos en las redes sociales muestran grandes multitudes de manifestantes y montones de neumáticos ardiendo en algunas partes de la capital. En otros un grupo de jóvenes lanza piedras en una calle llena de humo blanquecino.
“La gente está disgustada por el sistema de justicia del país, que es enfermizo, por la subida diaria de los precios y por las dificultades económicas”, dijo Daniel Alpha Kamara, un estudiante universitario.
La violencia comenzó alrededor de las 10:30 de la mañana, hora local, dijo, cuando vio nubes de gas lacrimógeno que se elevaban frente a su habitación en el dormitorio.
“Estos individuos sin escrúpulos se han embarcado en una protesta violenta y no autorizada que ha provocado la pérdida de vidas de sierraleoneses inocentes, incluido el personal de seguridad”, dijo el vicepresidente, Mohamed Juldeh Jalloh, en un discurso por vídeo.
Asimismo, indicó que el Gobierno declaró el toque de queda en todo el país y que el sector de la seguridad ha sido autorizado a hacer cumplir plenamente esta directiva.
El bloque político y económico regional CEDEAO dijo que condenaba la violencia y pidió en un mensaje de Twitter que “todos obedezcan la ley y el orden y que los autores de la violencia sean identificados y llevados ante la ley”.
“El descontento ha bullido por una serie de razones, entre ellas, la percepción de la falta de apoyo del Gobierno a la gente corriente que está luchando“, mencionó Augustine Sorie-Sengbe Marrah, abogado constitucionalista y activista de la gobernanza.
Además, indicó que ha habido poca empatía por parte del Gobierno central para animar a la gente de que los ven sufrir y que entienden que son tiempos económicos difíciles.
La prolongada frustración también se ha visto exacerbada por el aumento de los precios de los productos básicos en Sierra Leona, donde más de la mitad de la población, de unos 8 millones, vive por debajo del umbral de la pobreza, según el Banco Mundial (BM).
El observatorio de Internet NetBlocks comentó que Sierra Leona se enfrentó a un cierre casi total de Internet durante las protestas, con una conectividad nacional a 5% de los niveles ordinarios.
Ante esto, el coordinador de seguridad nacional pidió a las fuerzas armadas que estuvieran preparadas para respaldar a la policía del 9 al 12 de agosto, advirtiendo de una “situación de seguridad potencialmente volátil”, según una carta interna compartida ampliamente en Internet.