Armita Garawand, una adolescente de 16 años, entró en coma el pasado 4 de octubre tras haber sido atacada por la Policía del Moral en Irán debido a que no portaba correctamente el velo.
Y es que las leyes iraníes sobre uso obligatorio del velo endurecieron, luego de que la “Ley de Apoyo a la Cultura de la Castidad y el Hiyab” fue aprobada en septiembre de 2023. Esta legislación aumenta las penas de prisión hasta 10 años por no llevar el velo en espacio público, sin importar la religión que tengan las iraníes.
La joven Armita se encuentra en el Hospital Fajr Air Force, sin embargo su familia no ha podido visitarla porque su habitación está custodiada por agentes de seguridad, de acuerdo con la organización de derechos humanos, Hengaw.
Los padres de Garawand, según Hengaw, , declararon a medios de comunicación estatales haber “revisado todos los vídeos de cámaras de seguridad” y asegurando que “fue un accidente”, pero lo hicieron bajo la atenta mirada de agentes de seguridad de alto rango y bajo fuertes presiones.
Tras ello la madre de la joven, Shahin Ahmad, fue detenida el 4 de octubre por las fuerzas de seguridad. Se desconoce su paradero.
“Todos los medios de comunicación del Estado han negado sistemáticamente la agresión contra esta joven y los funcionarios del Gobierno han afirmado que no ha ocurrido ningún ataque físico. Estas afirmaciones se basan únicamente en un video corto recortado desde un ángulo exterior del tren”, resaltó Hengaw.
El caso de Armita indignó a la comunidad iraní nuevamente por las similitudes con el caso de Mahsa Amini, quien murió en septiembre de 2022 en custodia policial tras ser detenida por no llevar correctamente el velo.
Su muerte desató diversas protestas en todo Irán, que exigían más libertades para las mujeres, mejoras económicas y el fin del régimen de los talibanes. Estos eventos trajeron consigo más de 20 mil detenidos, más de 500 personas muertas y siete ejecutados, uno de ellos en público.
Irán anunció la abolición de la Policía de la Moral en diciembre de 2022, pero fue restaurada en julio de 2023.
Las unidades de la Policía del Moral están formadas por hombres con traje verde y mujeres que llevan un chador negro, una prenda que recubre todo el cuerpo salvo la cara. Las primeras patrullas empezaron sus labores en 2006.