En varias ciudades del mundo, miles de jóvenes ocuparon nuevamente las calles para exigir a los gobiernos medidas efectivas para combatir el cambio climático.
Algunos bailaron y otros cantaron, cada uno a su manera, pidieron que las políticas públicas pongan en el centro a las personas y los ecosistemas.
Este movimiento estudiantil, llamado Fridays for Future, surgió en Suecia en el 2018 por iniciativa de la ambientalista, Greta Thunberg.
En un comunicado, los organizadores de Fridays for Future expusieron la causa de la crisis climática en términos contundentes:
Los colonizadores y los capitalistas están en el centro de cada sistema de opresión que ha causado la crisis climática, y la descolonización, utilizando la herramienta de las reparaciones climáticas, es el mejor tipo de acción climática. El 1% de los capitalistas más ricos debe ser considerado responsable de sus acciones y de su ignorancia deliberada; su lucro es nuestra muerte, su lucro es nuestro sufrimiento”.
Al principio de este movimiento en 2018 Greta Thunberg estaba sola, pero pronto se le unieron otros. Juntos crearon #FridaysForFuture y animaron a otros jóvenes de todo el mundo a unirse a ellos.
Esto marcó el inicio de la huelga escolar mundial por el clima. Un año más tarde, se celebraron huelgas climáticas en todo el mundo que reunieron a unos 4 millones de manifestantes, muchos de ellos escolares: la mayor protesta climática de la historia.
Este viernes, 25 de marzo, decenas de jóvenes activistas del clima de todo el mundo volvieron a las calles para la huelga climática juvenil de este año.