Internacional

Juez de Texas ordena retirar boyas del Río Bravo

La polémica barrera forma parte de la “Operación Estrella Solitaria”, una campaña lanzada por el gobierno de Greg Abbott para abordar la migración en el estado y mostrar su oposición a las políticas de Biden.

Un juez federal en Texas ordenó este miércoles al Gobierno estatal retirar una barrera de boyas instalada sobre el Río Grande (río Bravo), en la frontera entre México y Estados Unidos, antes del 15 de septiembre.

El magistrado David Ezra, del distrito oeste de Texas, señaló en su fallo que la barrera, de 300 metros de longitud, constituye una “obstrucción a la capacidad navegable” del Río Grande, y reprendió al gobierno estatal, republicano, por no haber solicitado autorización federal antes de instalarla.

“La conducta de Texas perjudica irreparablemente la seguridad pública, la navegación y las operaciones de funcionarios de agencias federales en el Río Grande y sus alrededores”, subrayó el juez.

El fallo también prohíbe a Texas volver a instalar boyas “o cualquier tipo de estructura” sobre el río, lo que supone una victoria para el Gobierno de Joe Biden, que presentó la demanda inicial en el Tribunal en contra de la barrera flotante.

Gobierno de México respalda fallo de la Corte de EUA

El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), reconoció la decisión de la Corte Federal para el Distrito Oeste de Estados Unidos, la cual ordena retirar las boyas instaladas dentro del Río Bravo en el área de Eagle Pass, Texas.

La SRE se mantendrá atenta a la resolución final y subraya la urgencia de retirar de manera definitiva las boyas en la frontera compartida, así como la importancia de respetar el Tratado Bilateral de 1944 y salvaguardar los derechos humanos de las personas migrantes.

En agosto del año pasado, la canciller Bárcena informó que el Gobierno de México había presentado una tercera nota diplomática por la instalación de estas boyas alambradas en el Río Bravo.

Los argumentos de Texas no se aceptaron

Durante el juicio, el Gobierno de Texas defendió la instalación de las boyas acusando a la Administración demócrata de no defender la frontera sur ante una “invasión”, por lo que dijo haberse visto obligado a tomar medidas por su propia cuenta para “defenderse”.

El juez Ezra rechazó este argumento, asegurando que es “impactante” ya que tener esa potestad daría al gobernador de Texas “más poder que el que tiene el presidente de EUA”.

A su vez, Ezra determinó que el gobierno estatal no entregó “ningún tipo de evidencia creíble de que la barrera de boyas ha reducido significativamente” la migración irregular a través del Río Grande y que además supone una “amenaza” a la vida de las personas que intentan cruzar la frontera.

A principios de agosto, las autoridades estadounidenses encontraron dos cadáveres de migrantes flotando sobre el río, cerca de las boyas.

La polémica barrera forma parte de la “Operación Estrella Solitaria”, una campaña lanzada por el gobierno de Greg Abbott para abordar la migración en el estado y mostrar su oposición a las políticas de Biden.

Esta campaña ha estado también detrás del envío de buses con migrantes a ciudades gobernadas por demócratas, que acaparó la atención mediática el último año, y de la instalación de kilómetros de concertina en la frontera con México, entre otras medidas.

El Gobierno de México pidió en varias ocasiones a EUA que se retirara la barrera, alegando que la mayor parte de las boyas se encontraban en su territorio.

La Comisión Internacional de Límites y Aguas, una entidad binacional, corroboró esta afirmación en un informe presentado ante el tribunal, donde se concluye que la gran mayoría de las boyas están del lado mexicano.

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