
En Los Ángeles, California, en un juicio que acaparó la atención, los hermanos Lyle y Erik Menendez, acusados del asesinato de sus padres en 1989, recibieron una reducción de su condena, de dos cadenas perpetuas consecutivas a 50 años.
Ambos cumplieron 35 años de prisión, acusados de asesinato en primer grado por matar a tiros a sus padres en su casa de Beverly Hills.
Los hermanos, de 57 y 54 años, comparecieron a través de una transmisión de video en vivo desde la prisión de San Diego, donde permanecerán encarcelados por el momento.
La ley de California establece que son elegibles para la libertad condicional, pero la junta estatal aún debe considerar el caso y decidir cuándo, y si realmente merecen ser liberados.
“Yo no estoy diciendo que deban ser liberados, no soy yo quien decide. Sí creo que han hecho bastante en los últimos 35 años y deberían tener esa oportunidad”, dijo el magistrado Michael Jesic durante la audiencia.
Caso Hermanos Menendez
Este caso se remonta al 20 de agosto de 1989, cuando Lyle y Erik Menendez, de entonces 21 y 18 años, mataron a sus padres en su casa de Beverly Hills.
Aunque trataron de hacer pasar el crimen como un asesinato cometido por la mafia, se demostró que ellos habían comprado armas y municiones de manera ilegal, para asesinar a José y Kitty Menendez.
En su primer juicio, en 1993, argumentaron que su padre llevaba años abusando sexualmente de ellos y que actuaron en defensa propia. Este juicio se declaró nulo y se repitió en 1996, cuando fueron declarados culpables y sentenciados a cadena perpetua.