Un juez salvadoreño condenó a 50 años de prisión a una mujer empobrecida que hace dos años perdió su embarazo por una emergencia obstétrica. La máxima pena le ha sido impuesta por aborto, considerado un “delito” por la punitiva legislación del país centroamericano.
El caso se remonta al 17 de junio de 2020, cuando la joven sintió fuertes deseos de ir al baño y comenzó con el trabajo de parto, sin saberlo. En medio de la confusión, su familia llamó a la policía y luego la joven fue trasladada al hospital.
Lesli, que en ese entonces tenía 19 años, estuvo en estado crítico por el aborto espontáneo y recibió tres transfusiones de sangre. Pese a ello, la justicia salvadoreña abrió un juicio en su contra y un juez decretó su detención provisional.
La defensa de Lesli puso a disposición del juez un peritaje de Medicina Legal que evidenciaba la violencia de género a la que había sido sometida la mujer. Además, envió al magistrado una evaluación psicológica que sugería la realización de un estudio psiquiátrico.
No obstante, el juez no admitió la incorporación de pruebas que demostraban la inocencia de la acusada y, el pasado 29 de junio, Lesli fue condenada a 50 años de cárcel. En la audiencia, el juez justificó la sentencia con “meros prejuicios de género”, según denunció la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto.
El día que emitió su veredicto, el juez le dijo a Lesli: “las madres son la fuente de protección de los hijos en cualquier circunstancia de la vida y usted no lo fue”.