La junta militar de Myanmar estrecha cada vez más el cerco en torno a la líder depuesta Aung San Suu Kyi, que ha sido inculpada por fraude electoral en los comicios de 2020, ganados holgadamente por su partido.
La líder derrocada en el golpe militar de febrero, en arresto domiciliario desde hace meses y que se enfrentaba ya a numerosas acusaciones, será juzgada por fraude electoral y acciones ilegales
señaló el periódico controlado por el régimen, Global New Light of Myanmar, sin dar detalles.
La junta asegura haber descubierto más de 11 millones de irregularidades en las elecciones de noviembre del año pasado, en las que venció de forma abrumadora la Liga Nacional para la Democracia (LND) de Aung San Suu Kyi.
Otras 15 personas, incluido el exjefe de Estado, Win Myint, y el presidente de la Comisión Electoral, están acusados de los mismos cargos
según la publicación.
Pero nadie había sido inculpado hasta el momento.
Los observadores internacionales habían calificado entonces esos comicios de “globalmente libres y justos”.
El jefe de la junta, Min Aung Hlaing, amenazó con disolver la LND y aseguró que se celebrarán nuevas elecciones antes de agosto de 2023.
Nuevas acusaciones
La junta utiliza acusaciones falsas de fraude electoral como la justificación clave para el golpe comentó Richard Horsey, responsable de Birmania en el International Crisis Group.
Aseguró que los militares no lograron identificar más que un puñado de personas que habrían votado dos veces, y ahora persiguen a los dirigentes del partido de Suu Kyi.
Esta nueva acusación contra la exdirigente se produce un día después de la liberación del periodista estadounidense Danny Fenster, indultado después de seis meses de detención y en vísperas de un juicio en el que corría el riesgo de ser condenado a cadena perpetua por terrorismo.
Suu Kyi, de 76 años, es juzgada desde enero por múltiples infracciones, como importación ilegal de walkie-talkies, sedición, corrupción o incitación a desordenes públicos.
Veredicto
Un tribunal dará a conocer el 30 de noviembre un primer veredicto sobre esta última cuestión, pasible de tres años de prisión, indicó una fuente cercana al expediente.
El 14 de diciembre, el tribunal se pronunciará sobre otra acusación, la de haber violado las normas de restricciones contra COVID-19.
La Premio Nobel de la Paz 1991 puede ser condenada a varios años de prisión si es declarada culpable.
Los medios no están autorizados a asistir a su juicio, que se celebra a puerta cerrada, ante un tribunal especial de Naipyidó, la capital.