La justicia alemana decidió que los refugiados que hayan obtenido asilo en su país no deben ser reenviados a Grecia por “los serios riesgos de que sufran un trato inhumano y degradante”.
El tribunal administrativo de Münster, en el estado de Renania del Norte-Westfalia, consideró que las demandas de asilo en Alemania de personas que ya han sido reconocidas como refugiadas no podían rechazarse.
Los jueces basaron su decisión en los riesgos que correrían los solicitantes si fueran enviados de vuelta a Grecia.
El tribunal había sido solicitado tras la apelación presentada por un palestino de Siria y un eritreo, que ya habían obtenido protección internacional en Grecia. En los dos casos, su petición de asilo en Alemania había sido rechazada, pero ambos pueden sufrir una “pobreza material extrema” si son enviados a Atenas.
Según estas fuentes judiciales, no podrán ser recibidos en un centro de migrantes ni en otras estructuras de acogida porque están saturadas.
Tampoco encontrarán trabajo si vuelven a Grecia debido a la situación actual del mercado laboral y la crisis económica”, agregaron los jueces.
Las organizaciones humanitarias y de defensa de los refugiados denuncian a menudo las condiciones en que viven los solicitantes de asilo en Grecia, sobre todo en los insalubres campos de las islas del mar Egeo.
Incluso cuando son reconocidos como refugiados, algunos siguen viviendo en condiciones muy difíciles y les es complicado acceder a un alojamiento y a un trabajo.
Grecia es uno de los principales puntos de entrada a la Unión Europea para los refugiados de Oriente Medio y Afganistán que huyen de la guerra y la pobreza.