El presidente ruso, Vladimir Putin, destacó que la ofensiva de Ucrania en la región de Kursk, lanzada a principios de agosto, está condenada al fracaso.
Los altos cargos rusos trataban hasta ahora de restarle importancia a esa ofensiva, pero este lunes Putin aseguró que “se ocupará de los soldados ucranianos que intentan desestabilizar la situación en los territorios fronterizos en su conjunto”.
Durante un encuentro con estudiantes en Siberia, subrayó que Ucrania “no ha logrado la tarea principal que se había propuesto: detener la ofensiva rusa en el Donbás”, la cual agrupa a las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk.
Hay que recordar que el pasado 6 de agosto, el ejército ucraniano lanzó un ataque sorpresa en la región fronteriza rusa de Kursk y rápidamente afirmó haber capturado varias docenas de localidades, incluida la pequeña ciudad de Sudja.
Ante este panorama, y tras destacar el avance de su ejército en el este de Ucrania, Putin reiteró que la ofensiva ucraniana sobre Kursk “fracasará”.
Objetivo ucraniano no alcanzado
Lo que buscaba Ucrania con su ofensiva, era que Rusia redistribuyera sus fuerzas y enviara soldados a Kursk, un objetivo que parece no haber sido alcanzado, ya que el ejército de Putin aceleró su avance en el este de Ucrania y casi a diario ha anunciado la toma de nuevos pueblos.
De acuerdo con el Estudio de la Guerra (ISW), las tropas rusas avanzaron 477 km2 sobre Ucrania en agosto, el mayor incremento mensual desde octubre de 2022.
“Hacía tiempo que no teníamos un ritmo así en la ofensiva en el Donbás”, declaró Putin.
El presidente ruso se encuentra en Mongolia, en su primer viaje a un país miembro de la Corte Penal Internacional (CPI) desde la emisión de su orden de arresto acusado de crímenes de guerra.