La evacuación preventiva de habitantes en la ciudad de Goma, en el Congo, presenta dos caras.
Las calles de dicha urbe lucen desiertas, tras la salida de 400 mil personas, ante la posibilidad de una nueva erupción del volcán Nyiragongo, como la ocurrida el sábado pasado.
Sin embargo, los albergues, habilitados para atender a estas personas, son inadecuados e insuficientes.
Tenemos un problema de agua aquí. Los niños ya no están acostumbrados, nuestros niños empiezan a tener diarrea. No tenemos nada para comer aquí, no tenemos dónde dormir”, dijo Eugène Kubugoo, habitante Congo.
En tanto, un grupo de científicos se desplazó a la cima del volcán para evaluar los riesgos de una nueva erupción, información que permitirá a las autoridades tomar decisiones para proteger a la población.