Este domingo, legisladores iraníes instaron al poder judicial a “tratar con decisión” a los perpetradores de los constantes y numerosos disturbios que vive el país, mientras la República Islámica lucha por reprimir la mayor muestra de disidencia en años.
Manifestaciones antigubernamentales generalizadas estallaron en septiembre después de la muerte de la joven kurda iraní Mahsa Amini, que había sido detenida por la policía de la moral por presuntamente violar el estricto código de vestimenta impuesto a las mujeres.
“Pedimos al poder judicial que trate con decisión a los perpetradores de estos crímenes y a todos aquellos que ayudaron en los crímenes y provocaron a los alborotadores”, indicaron en un comunicado 227 legisladores del parlamento de línea dura de 290 escaños de Irán, según los medios estatales.
La agencia de noticias activista HRANA dijo que 318 manifestantes han muerto en los disturbios hasta el sábado, incluidos 49 menores.
Además, según la agencia, al menos 38 miembros de las fuerzas de seguridad también fueron asesinados.
Asimismo, los medios estatales dijeron el mes pasado que más de 46 miembros de las fuerzas de seguridad, incluida la policía, habían muerto.
Los funcionarios del Gobierno no han proporcionado una estimación de un recuento de muertes más amplio.
Ante esto, los líderes iraníes prometieron tomar medidas duras contra los manifestantes que describieron como alborotadores, acusando a los enemigos, incluido Estados Unidos, de fomentar los disturbios.
Manifestaciones desde Teherán hasta Rasht
Las manifestaciones continúan en muchas ciudades este domingo, desde Teherán hasta la ciudad central de Yazd y la ciudad norteña de Rasht, según grupos de derechos humanos y videos en las redes sociales.
Un video publicado en Twitter mostró a los manifestantes en el sur de Teherán después del anochecer cantando: “clérigos, piérdanse”.
En la ciudad kurda de Marivan, el grupo de derechos humanos Hengaw dijo que las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra las multitudes que se habían reunido después del funeral de otra mujer, Nasrin Ghaderi, para protestar por su muerte.
También indicó que Ghaderi murió en coma el sábado después de recibir fuertes golpes en la cabeza por parte de las fuerzas de seguridad mientras se manifestaba en Teherán.
Un fiscal, citado por los medios estatales, señaló que Ghaderi tenía un problema cardíaco preexistente y que había muerto por “envenenamiento“, sin entrar en más detalles. No hubo comentarios oficiales inmediatos sobre el informe de los disparos.
Semanas después de la muerte de Amini, el informe de un forense negó que hubiera muerto debido a golpes en la cabeza mientras estaba bajo custodia, como afirmaron sus padres, y vinculó su muerte a condiciones médicas anteriores.
Estudiantes de una docena de universidades, incluso en las ciudades norteñas de Rasht y Amol, realizaron protestas este domingo cantando “muerte al dictador“, una referencia al líder supremo de la máxima autoridad de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, según los videos no verificados en las redes sociales.