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Legisladores negocian para evitar parálisis presupuestaria en EUA

Legisladores de EUA tienen hasta el 20 de diciembre para evitar un “shutdown”, que implica la parálisis de servicios federales.

El Congreso estadounidense trabaja contrarreloj este viernes para encontrar un acuerdo presupuestal que permita evitar el cierre de servicios públicos en el Estado federal, a una semana de la fecha límite.

Los legisladores tienen hasta el 20 de diciembre para evitar lo que se conoce como “shutdown”, que implica la parálisis de servicios federales. Podrían adoptar, incluso, por una medida temporal para evitar este escenario.

De ocurrir, un cierre de servicios públicos implicaría cientos de miles funcionarios públicos en desempleo técnico, el congelamiento de ayudas sociales y el cierre de guarderías.

La población estadounidense está atenta al trabajo en el Congreso, ya que la parálisis presupuestaria podría tener un impacto directo en sus vidas. Los servicios gubernamentales, desde la seguridad social hasta los parques nacionales, podrían verse afectados.

Sin tiempo para terminar un presupuesto general para 2025, demócratas y republicanos podrían pasar una resolución temporal que permita mantener en funcionamiento al Estado federal en los próximos meses.

¿Se puede evitar la parálisis presupuestaria?

Se espera un proyecto de ley para el fin de semana o principios de la semana próxima, que luego debería ser promulgado por el presidente Joe Biden, antes del receso legislativo por las fiestas decembrinas.

“La única forma de prevenir un ‘shutdown’ es a través de cooperación bipartidista”, dijo el líder republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.

El principal riesgo para llegar a un acuerdo antes del 20 de diciembre lo plantean los más de 100 mil millones de dólares de ayuda contra catástrofes naturales que pidió Biden tras dos devastadores huracanes en septiembre y octubre de 2024. Muchos republicanos se oponen a un paquete de esta envergadura.

Mike Johnson considera que una medida limitada en el tiempo permitiría a los republicanos votar más rápidamente un nuevo presupuesto que financiaría el programa del próximo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump. Los líderes del Congreso están optimistas sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo.

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