Armados con rastrillos y palas, voluntarios y residentes empezaron a limpiar este sábado una reserva natural costera del sur del Líbano, afectada por una gran marea negra procedente de Israel.
Israel, país con el que Líbano está oficialmente en guerra, informó hace una semana que una marea negra había llegado a sus costas, indicando que un barco había derramado “decenas o cientos de toneladas” de alquitrán, según los primeros indicios.
La tragedia medioambiental se extendió al sur del Líbano, donde la sustancia contaminante se aprecia a lo largo de la costa, desde la ciudad fronteriza de Naqoura hasta Tiro, al norte.
Esta zona, una de las más preservadas del litoral libanés, cuenta con numerosas playas de arena y se considera un criadero de tortugas marinas.
El sábado por la mañana, voluntarios de protección civil y jóvenes de la zona se pusieron manos a la obra para limpiar la playa de la reserva de Tiro. Unos recogían grandes bolas de alquitrán con rastrillos, otros vertían palas de arena en un tamiz para aislar la materia oscura, constató un periodista de la AFP.
La reserva de Tiro está afectada por el equivalente a dos toneladas de alquitrán, el 90% del cual está oculto en la arena”, lamentó Mouïn Hamza, secretario general del Consejo Nacional de Investigación Científica, que vino a animar a los participantes.
Las operaciones de limpieza podrían durar entre una y dos semanas, dijo a la AFP, elogiando “el gran esfuerzo y el entusiasmo” de los jóvenes y los residentes locales.
La reserva costera de Tiro presume en su página web de su “gran diversidad de flora y fauna” y afirma que atrae a “tortugas marinas durante el desove”.
Abarca 3.8 km2 de tierra y 113 km2 de superficie marina.
El jueves, Hamza subrayó el riesgo de que el mar continúe contaminando las costas “durante dos o tres meses”.
Las autoridades han puesto en marcha una evaluación de los daños, incluso con imágenes tomadas por drones, pero se necesitará tiempo para lograr una evaluación final.