La primera ministra británica, Liz Truss, se defendió en el Parlamento ante una ola de críticas tras el humillante abandono de su plan económico afirmando que “es una luchadora, no alguien que abandona”.
Actualmente, Truss está en la cuerda floja, rechazada por la opinión pública y cuestionada dentro de su propio Partido Conservador tras seis semanas en el poder.
Hasta ahora, había mantenido un silencio, por lo que la sesión en el Parlamento es vista como una prueba mayor tras haber renunciado a casi la totalidad de las medidas que componían su plan económico.
El líder de los laboristas, Keir Starmer, la cuestionó preguntando al Parlamento: ¿De qué sirve un primer ministro cuyas promesas no puede cumplir ni una semana? Truss respondió desafiante ante los abucheos.
“Soy una luchadora, no alguien que abandona. Estoy dispuesta a tomar decisiones difíciles”, comentó.
La crisis remonta a la presentación a fines de septiembre de un paquete de medidas económicas de su ministro de Finanzas de entonces, Kwasi Kwarteng, constituido de recortes de impuestos masivos y un colosal apoyo a las facturas energéticas, dos cuestiones que hicieron temer un descalabro en las cuentas públicas.
Ante esto, la libra cayó a su nivel más bajo histórico y los rendimientos de los bonos de Estado a largo plazo se habían disparado. El Banco de Inglaterra (BoE) tuvo que intervenir para impedir que la situación no degenerara en una crisis financiera.
Nombrado a las prisas el viernes como jefe del Tesoro, Jeremy Hunt, anunció la marcha atrás de la casi totalidad de los recortes de impuestos presentados por su predecesor, lo que dio la impresión de que ahora el poder está más bien en sus manos y no en las de la jefa de Gobierno.
Se acelera la inflación
En un momento en que la inflación se aceleró en septiembre a 10.1% interanual, su nivel más alto en 40 años, la primera ministra busco cesar los rumores de que no va a ajustar las jubilaciones al alza de los precios.
Este gobierno da la prioridad a los más vulnerables al mismo tiempo que aporta estabilidad económica y conduce hacia un crecimiento a largo plazo deseado por todos quiso garantizar este miércoles por la mañana Hunt, al reaccionar a la cifra de la inflación.
Hunt advirtió; sin embargo, que será necesario realizar ahorros en el gasto público. Pese a que la situación política sigue siendo caótica, los mercados se mostraron más tranquilos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó el regreso a la “disciplina presupuestaria”, en un momento en que acecha la recesión.
Muchas personas temen un regreso a la austeridad, como fue el caso durante la crisis financiera de 2008, que dio lugar a recortes drásticos en el presupuesto público y a un aumento del desempleo.
A dos años de las próximas elecciones parlamentarias, la oposición laborista aventaja claramente a los conservadores en los sondeos.
Cinco diputados de su partido ya la exhortaron públicamente a Truss para que deje el cargo, pero a falta de un sucesor, los conservadores son reticentes a lanzarse en un nuevo y desgastante proceso para designar un líder.
“Yo no creo realmente que lanzarnos en una nueva campaña, deshaciéndonos otro primer ministro, vaya a convencer a los británicos que pensamos en ellos, más que en nosotros, ni va a convencer a los mercados de quedarse tranquilos”, advirtió el ministro de Relaciones Exteriores, James Cleverly, a la cadena Sky News.