Este jueves, viajó otro avión de la Fuerza Aérea Mexicana a San Antonio, Texas, Estados Unidos, para repatriar el cuerpo de más paisanos fallecidos por asfixia en la caja de un tráiler el pasado 27 de junio.
Con oraciones, flores, llanto y mucho dolor fueron recibidos el miércoles en casa los primeros restos de 16 migrantes mexicanos muertos.
Fueron repatriados por la Fuerza Aérea Mexicana en dos vuelos desde esa ciudad texana.
El féretro de uno de ellos, el de Josué Díaz Gallardo, fue trasladado por una carroza fúnebre desde el Aeropuerto Internacional de Toluca hasta Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca.
“Pues que tenía ese sueño, ese sueño de esperanza, de llegar a ser algo más, buscar otras oportunidades”, dijo Adrián Hernández, amigo de Josué Díaz Gallardo.
También, entre llantos y mucha pena, llegaron los cuerpos de Yair y Yovani Olivares Valencia a San Marcos Atexquilapan, Veracruz.
“Ellos querían construirse una casa, ponerse un negocio para no pasarse la vida con lo mismo elaborando calzado, que es muy cansado, pues la verdad aquí hay trabajo, la verdad sí hay, pero es muy mal pagado”, comentó Yolanda Valencia, madre de Yair y Yovani.
Un féretro más llegó el miércoles a Hueypoxtla, Estado de México, y otros tres fueron trasladados a Querétaro y Guanajuato.