Luego de que militares e indígenas recorrieron unos 2 mil 650 kilómetros entre una espesa selva en las localidades colombianas de Caquetá y Guaviare, ayer ocurrió el milagro que el mundo anhelaba: encontrar con vida a los cuatro menores perdidos hace más de 40 días, tras la caída de la avioneta en que viajaban, junto a tres adultos, entre ellos su madre, quienes perdieron la vida.
Tras deambular solos desde el pasado 1 de mayo, los cuatro hermanos: Lesly, de 13 años; Soleiny, de nueve; Tien Noriel, de cuatro, y Cristin, sobrevivieron no solo al accidente sino a todos los peligros que representa la selva, donde habitan jaguares y serpientes venenosas, y donde las intensas lluvias hacían difícil su búsqueda.
El militar a cargo del rescate, general Pedro Sánchez, contó que fueron indígenas quienes dieron con el paradero de los menores, que dieron cuenta del “milagroso encuentro”, a solo 5 kilómetros del accidente. Sus abuelos nunca perdieron la esperanza de hallarlos con vida.
Darle gracias primero a dios por creernos, por escucharnos, por querernos; al presidente de la República, Petro, porque yo fui quien habló directamente con él. Me escuchó. Me atendió. Nunca me puso un pero. Él no me dijo que no se podía’’, Fidencio Valencia, abuelo de los niños.
El esfuerzo de alrededor de 120 uniformados y 70 indígenas, hicieron posible que el “operativo esperanza” resultara exitoso, este sábado por la madrugada, los menores descendieron de un avión que aterrizó en un aeropuerto militar en Bogotá, para ser trasladados a un hospital donde ya reciben tratamiento.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, mostró su alegría por encontrar con vida a los menores, a quienes llamó “Los niños de la Paz”, al coincidir con el acuerdo de cese al fuego bilateral con el ENL.