
Los primeros vuelos con ayuda humanitaria de emergencia llegaron este jueves a Tonga, cinco días después de la erupción volcánica y el tsunami que devastaron este archipiélago en el Pacífico y lo dejaron aislado del resto del mundo.
Tonga permaneció inaccesible desde el sábado, cuando una de las mayores erupciones volcánicas en décadas cubrió de ceniza el territorio, provocó un tsunami que alcanzó gran parte del Pacífico y cortó los cables submarinos de comunicación.
Dos grandes aviones militares de transporte de Australia y Nueva Zelanda aterrizaron en el principal aeropuerto de Tonga, tras el despeje de la pista, anegada por las cenizas.
¡Aterrizó! Un segundo C-17 está en camino”, exclamó el ministro australiano de Desarrollo Internacional y encargado de las relaciones con el Pacífico, Zed Seselja.
El avión C-17 portan muchos insumos humanitarios muy necesarios.
Por su parte, Nueva Zelanda confirmó que su Hercules C-130 también aterrizó en Tonga.
La ministra de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda, Nanaia Mahuta, indicó que la aeronave llevó contenedores de agua, equipos para albergues temporales, generadores eléctricos, artículos de higiene y de comunicaciones.
Japón también anunció que enviará dos aviones C-130 con ayuda, y otros países como China y Francia anunciaron su disposición a ayudar.
Sin embargo, los estrictos protocolos anticovid que ha mantenido al archipiélago libre de contagios implican que los envíos deben ser entregados sin contacto.
Daños tras la explosión del volcán
Más de 80% de los 100 mil habitantes de Tonga se vieron afectados por el desastre según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el agua potable es una de las necesidades más urgentes dado que las cenizas de la erupción volcánica contaminaron las reservas del archipiélago.
Debido al desastre, las noticias desde el país han sido muy limitadas desde el sábado y el balance de daños es impreciso.
Por el momento, se han confirmado tres muertos por la erupción y el tsunami, cuyo oleaje llegó hasta las costas de Chile o Estados Unidos.
En Perú, la marejada causó la muerte de dos mujeres y un derrame de 6 mil barriles de petróleo que ha puesto en peligro la flora y la fauna del litoral de la provincia de Callao.