La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, indicó que el rastreo tras la aparición de un caso de COVID-19 avanza y permitirá “eliminar” el foco de su origen, en tanto rige un confinamiento de corta duración.
Las autoridades sanitarias neozelandesas intentaban determinar cómo un hombre, habitante de Auckland, contrajo COVID-19 en esta semana, siendo el primer caso de origen local en seis meses.
Las pruebas demostraron que el individuo era portador de la variante Delta y Ardern señaló que la investigación se intensifica en torno a un viajero llegado desde Sídney el 7 de agosto.
De acuerdo a la primera ministra, éste fue puesto bajo cuarentena y después hospitalizado a su llegada, lo que revela que el virus no circuló tanto tiempo como se temía en un principio.
Hemos encontrado la pieza del rompecabezas que buscábamos”, declaró Ardern ante periodistas.
El país ha registrado 11 nuevos contagios en 24 horas, con un total de 21 casos”, señaló.
El confinamiento decretado el martes, el primero en 15 meses a nivel nacional, durará sólo tres días.
En Auckland, será de una semana. Este plazo podría ampliarse el viernes.
El archipiélago ha sido muy elogiado por su gestión de la pandemia y hasta ahora solo contabiliza 26 muertes sobre una población de 5 millones.