En Tailandia, cientos de manifestantes se congregaron en el centro de Bangkok desafiando un decreto que prohíbe las reuniones de más de cuatro personas, una medida de las autoridades para debilitar el movimiento prodemocracia.
Las autoridades han endurecido su posición contra este movimiento que, desde hace meses, reclama más democracia y se atreve a oponerse a la poderosa monarquía.
En la madrugada del jueves, promulgaron un decreto de urgencia que prohíbe “las concentraciones de cinco personas o más”, así como “los mensajes en línea que susceptibles de perjudicar la seguridad nacional” o “generar miedo”.
El gobierno justificó la imposición de este texto ante las manifestaciones “contrarias a la Constitución” y aludió a un incidente que se produjo durante un cortejo real la víspera, en medio de una manifestación que reunió a varios miles de personas en Bangkok para reclamar la destitución del primer ministro Prayut Chan-O-Cha.
La policía procedió a más de 20 detenciones.
Veintidós personas fueron arrestadas y siguen detenidas en las oficinas centrales de la policía”, dijo el portavoz de la policía nacional Yingyos Thepjumnong.
Entre ellas, figura Parit Chivarak, conocido como “Penguin”, y Anon Numpa, un abogado especializado en derechos humanos, dos de los líderes más opuestos a la monarquía.
¿Qué reclaman los manifestantes?
El movimiento a favor de la democracia pide la dimisión del primer ministro, el general Prayut Chan O Cha, en el poder desde el golpe de estado de 2014 y legitimado por elecciones controvertidas el año pasado.
- También reclama una modificación de la constitución, puesta en marcha en 2017 bajo la junta y muy favorable al ejército.
Algunos activistas van más allá y piden una reforma de la poderosa y riquísima monarquía, exhortando en particular al fin de una ley de lesa majestad que castiga severamente toda difamación contra un miembro de la familia real.