Estados Unidos y sus habitantes gritaron “no a los reyes” y “no a las monarquías”. Esas consignas inundaron las calles de cientos de ciudades estadounidenses.
Miles dijeron no al autoritarismo, encarnado por Donald Trump, quien fue electo como presidente, pero que, dicen, ahora busca gobernar como un rey.
🏆 to whoever came up with and coordinated the No Kings protest at Ocean Beach, San Francisco.
— Christopher Webb (@cwebbonline) June 14, 2025
Don’t miss it…absolute fire. pic.twitter.com/pEqv9Cb0Q8
Definitivamente no es un rey, pero se está tratando de convertir en uno gastando millones de dólares en una fiesta militarizada de cumpleaños en la que él es el centro.
“El epicentro de la lucha por la supervivencia de la bandera de las 50 estrellas contra el intento de establecer una corona. Surgió en lo que antes era México”, aseguró el ciudadanos estadounidense Darrell.”
En tanto, Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles, recordó que estas tierras antes eran de México.
“Los Ángeles era México, como pequeño detalle. Los Ángeles siempre ha recibido a todos aquí”, señaló Karen Bass.
Las guerras comerciales, el ataque a las instituciones, los despidos masivos, el despliegue militar y sobre todo la redadas contra migrantes detonaron la rebelión. En los Ángeles, este sábado, la protesta comenzó como una fiesta diversa de latinos, negros y blancos que se reconocieron.
“Yo creo que todos debemos de tener las mismas oportunidades y derechos y eso va para todos sin importar la raza o el color, por eso salgo apoyar esto”, dijo Josh.
También coincidió con él, Saúl, un mexico-americano, “este país no es de una persona que controla la gente. Este país tiene voz, tiene derecho, este país viene de muchas culturas“, sentenció.
En tanto, la mexico-americana, Guadalupe Vázquez, dijo que el problema es racial.
“Mis hijos son nacidos aquí, esto también los incluye podríamos decir este es un problema de los demás, no mío porque yo soy ciudadano, pero no, es por nuestro color de piel”, criticó.
Big Boy, ciudadano estadounidense, también detalló que se trata de luchar por todos para todos.
“Debemos asegurarnos de luchar por los derechos de los demás. Si uno cae, todos caemos. Mi esposa es mexicana, mis hijos son mexicanos, mitad mexicanos, mitad negros”, dijo.
La ciudad californiana es apenas una muestra de las movilizaciones que se replicaron en más de dos mil ciudades de Estados Unidos.
Sin embargo, los medios corporativos de comunicación se enfocan en actos aislados de protesta donde hubo enfrentamientos entre policías y algunos grupos. Acciones que Trump ha usado para justificar el despliegue de la Guardia Nacional.
“Creo que Donald Trump de manera engañosa ha proyectado la idea de que Los Ángeles estaba fuera de control, que había violencia, pero en la mayor parte de la ciudad esto no es cierto”, sentenció el Congresista demócrata, Mark Takano.
El relato trumpista traspasa fronteras
El relato del gobierno trumpista no sólo atenta contra gobiernos demócratas, también traspasa fronteras, tal es el caso de la secretaria de Seguridad Nacional Estadounidense, Kristi Noem, quien acusó a la presidenta Claudia Sheinbaum, de alentar las protestas de mexicanos en Los Ángeles, algo que la propia alcaldesa de la ciudad desmintió.
“Primeramente estoy muy orgullosa se haberla recibido [a Claudia Sheinbaum] cuando era candidata y estoy muy orgullosa de haber sido testigo de cómo se convirtió en la primera presidenta de México y pienso que es escandaloso que alguien haga esas declaraciones”, señaló Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles.
En Estados Unidos, las y los migrantes ya no son los únicos vulnerables, incluso otros poderes estadounidenses, como el Legislativo, literalmente son derribados por el FBI.
“Si esta es la reacción a un senador imagínense lo que están haciendo cocineros, jornaleros, campesinos y otros migrantes no violentos”, criticó el senador Alex Padilla.
Todas estas acciones contra gobiernos locales y extranjeros parecieran un experimento de la administración Trump para establecer un método de injerencia cargado de violencia.
Este experimento ya impacta la economía, el trabajo, la vivienda, la justicia y la democracia.
“¿Por qué estás pensando en regresarte? Por lo que se está viviendo es más difícil, la renta y yo que no tengo permiso de trabajo, me cuesta agarrar trabajo”, compartió María, ciudadana mexicana.
Otras personas han pensado en regresar a su tierra de origen ante las políticas trumpistas.
“Ahora afortunadamente en nuestros países ha habido una mejoría, entonces le digo yo a mi esposo, ahora hay más democracia en México que en Estados Unidos”, así lo compartió la mexicoamericana, Guadalupe Vázquez.
Y temen que la persecución tenga mayores impactos.
“Porque después de los migrantes, Donald Trump va tras de ti, de ti y de mí y vamos a sentir lo en nuestro bolsillo, nuestro trabajo, nuestro estilo de vida”, concluyó Norma Salazar, ciudadana méxico-estadounidense.