
La líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, rechazó este domingo la condena por malversación de fondos públicos que la inhabilita durante cinco años para ocupar cargos públicos, impidiéndole participar en las elecciones presidenciales de 2027.
Frente a miles de simpatizantes reunidos en la Plaza Vauban de París, la excandidata afirmó que se trata de una “decisión política” y no judicial.
Le Pen, dirigente del partido Agrupación Nacional (RN), aseguró que es víctima de un “proceso político” orquestado para eliminarla de la contienda, luego de haber sido hallada culpable de desviar 4.1 millones de euros del Parlamento Europeo para beneficiar a su formación política.
“No voy a bajar los brazos”, dice Le Pen
Acompañada por jóvenes militantes, la líder ultraderechista denunció “las mentiras, las calumnias y los falsos procesos” en su contra y advirtió que sus derechos civiles están siendo vulnerados.
“Nuestro combate será pacífico, democrático”, expresó, y citó como inspiración al activista Martin Luther King para defender sus garantías políticas en Francia.
Les treize millions d’électeurs qui nous font l’honneur de leur vote ne sont pas des demi-citoyens qui devraient battre leur coulpe pour leur hérésie, pas des justiciables de seconde zone à qui pourraient être déniés les droits élémentaires de citoyens ou de justiciables. pic.twitter.com/ETQi02AJQo
— Marine Le Pen (@MLP_officiel) April 6, 2025
Le Pen espera que la apelación a su condena se resuelva en 2026. Mientras tanto, se mantiene fuera de la contienda presidencial, pese a encabezar las encuestas.
La diputada afirmó que sus 13 millones de votantes “tienen el mismo valor que el resto de los ciudadanos” y se pronunció contra las amenazas a magistrados, aunque reiteró su desconfianza hacia una justicia que considera politizada.
Protestas paralelas dividen a París
La capital francesa vivió este domingo una jornada dividida. Mientras simpatizantes de Le Pen se concentraban en apoyo a su causa, del otro lado de la ciudad, en la Plaza de la República, se manifestaban grupos de izquierda liderados por La Francia Insumisa (LFI), que condenaron los intentos de victimización de la ultraderecha.
A la protesta asistieron menos de 5 mil personas, sin el respaldo de los partidos Socialista o Comunista. En paralelo, el partido del presidente Emmanuel Macron, Renacimiento, organizó un mitin donde su líder Gabriel Attal defendió la condena: “Si robas, pagas. Sobre todo si eres político”, sentenció.
Attal también criticó duramente que Le Pen comparara su caso con el de Alexéi Navalni, opositor ruso fallecido en prisión, calificándola como “peón de sus verdugos”, en referencia a sus vínculos con Vladímir Putin.
Pese al revés judicial, el RN intenta capitalizar el momento reforzando su retórica antisistema. Militantes jóvenes como Loan Frangart o Aurore, presentes en la manifestación, expresaron su descontento con el sistema judicial y el desempleo, mientras promovían el liderazgo emergente de Jordan Bardella, considerado el delfín político de Le Pen.