
De inicial promotor de la revolución cubana en 1959, a su abierto opositor, a la largo de su carrera Mario Vargas Llosa cambió a la defensa de las causas de la derecha.
En 1971 encabezó el desplegado de intelectuales contra el arresto del poeta cubano Heberto Padilla en Cuba, quien había criticado el rumbo que tomaba la revolución en su poemario “Fuera del juego”.
Como protagonista del llamado “boom” de escritores latinoamericanos con sede en Barcelona, España, Vargas Llosa no dudó en reunir firmas de críticos al liderazgo de Fidel Castro. Esto marcó un rompimiento con la revolución cubana que llevaba apenas 12 años gestándose; un mismo perfil que se extendería a lo largo de su trayectoria política.
En su natal Perú, en 1990 fue candidato presidencial del Frente Democrático, sin embargo perdió ante Alberto Fujimori. En 2021, 31 años después, para evitar el triunfo del abanderado izquierdista Pedro Castillo, apoyó en la segunda vuelta de los comicios presidenciales a la hija de su anterior rival, la derechista Keiko Fujimori, quien finalmente fue derrotada por Castillo.
En la Ciudad de México, en agosto de 1990, pronunció lo que se convertiría en una histórica frase: “México es la dictadura perfecta”. Se refería así al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el sistema en el que se había perpetuado por décadas.
“La dictadura perfecta no es el comunismo, no es la Unión Soviética, no es Fidel Castro, es México. Porque es la dictadura camuflada, de tal modo, que puede parecer no ser una dictadura, pero tiene, de hecho, si uno escarba, todas las características de una dictadura, no de un hombre, pero sí de un partido”, mencionó el escritor peruano.
Residente en Madrid, en 1993 decidió adquirir la nacionalidad española. En 2011 fue nombrado “Primer Marqués de Vargas Llosa” por el rey Juan Carlos I de España, un título nobiliario creado a modo, según comentaron medios locales.
Estableció en 2002 la Fundación Internacional por la Libertad, plataforma para impulsar a candidatos derechistas. Fue crítico en 1973 de la dictadura en Chile de Augusto Pinochet, pero en 2021, Vargas Llosa promovió al candidato pinochetista José Antonio Kast, quien perdió ese año las elecciones frente al centroizquierdista Gabriel Boric.
En las elecciones de 2017 en Cataluña, el autor respaldó al partido derechista Ciudadanos y rechazó la independencia de esa región del resto de España.
“Es muy importante mostrarle al mundo, que Cataluña no es lo que los independentistas quisieran hacerle creer al mundo respecto a Cataluña”, mencionó en aquel entonces.
En otra ocasión, se opuso fervientemente al lenguaje inclusivo.
“Desnaturalizar el lenguaje porque se considera que el lenguaje es machista, es una estupidez”, apuntó.
Sí, Mario Vargas Llosa fue un excelente escritor, pero también un polémico actor político.