
El primer ministro de Canadá, Mark Carney, inició este domingo su primera gira internacional con visitas a París y Londres, con el objetivo de fortalecer los vínculos históricos de su país con Europa.
La decisión de viajar primero a Francia y el Reino Unido, en lugar de a Washington, marca un distanciamiento estratégico con Estados Unidos, en medio de la creciente tensión con la administración de Donald Trump.
La Oficina del Primer Ministro de Canadá informó que Carney se reunirá con el presidente francés, Emmanuel Macron, para discutir cooperación económica, comercial y de defensa.
Posteriormente, en Londres, sostendrá encuentros con el primer ministro británico, Keir Starmer, para tratar el incremento de las relaciones comerciales y el fortalecimiento de la seguridad transatlántica.
Canadá reconsidera compra de aviones de combate F-35
Uno de los temas clave en la agenda de Carney es la revisión del contrato de compra de 88 aviones F-35 de fabricación estadounidense, un acuerdo que ha sido puesto en duda debido a la amenaza de Trump de anexionar Canadá y la actual guerra comercial entre ambos países.
El primer ministro solicitó a su ministro de Defensa, Bill Blair, que estudie alternativas al F-35, entre ellas el Super Rafale, una versión avanzada del Dassault Rafale francés.
Esta reconsideración refuerza el posible giro estratégico de Canadá hacia Europa en materia de defensa.
Además, Canadá también evalúa la compra de hasta 12 submarinos nucleares, con opciones provenientes de Francia, Corea del Sur, Alemania y España (S-80).
La reciente visita del submarino francés Tourville al puerto de Halifax es vista como un indicio del posible interés de Ottawa en la industria militar europea.
Durante su estancia en Londres, Carney también será recibido por el rey Carlos III, quien es jefe de Estado de Canadá.
El 18 de marzo, el primer ministro viajará a Iqaluit, capital del Ártico canadiense, para reafirmar la soberanía de Canadá en la región, un tema clave en su estrategia de política exterior y seguridad nacional.