Este lunes, las autoridades ucranianas señalaron que los bombardeos rusos mataron al menos a cinco personas e hirieron a otras 13 durante las últimas 24 horas, mientras las fuerzas del Kremlin y de Kiev permanecían enzarzadas en combate en el este de Ucrania.
Las víctimas incluyeron a una mujer y otras tres resultaron heridas por el bombardeo ruso de Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania en el noreste del país, según el gobernador regional Oleh Syniyehubov.
Las tropas de Moscú se apoderaron de grandes áreas de la región nororiental de Kharkiv en los meses posteriores a la invasión de su vecino en febrero pasado, pero las contraofensivas ucranianas, que comenzaron en agosto, recuperaron el territorio ocupado por Rusia, sobre todo en Kharkiv.
Esos éxitos dieron peso a los argumentos de Ucrania de que sus tropas podrían propinar derrotas más dolorosas a Rusia si sus aliados occidentales proporcionaran más armamento.
Más armamento para Ucrania
La semana pasada, Kiev ganó promesas de tanques de Estados Unidos y Alemania para ayudar en su esfuerzo de guerra.
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, insinuó estel lunes la posibilidad de más promesas próximas y dijo que cualquier actividad destinada a fortalecer los poderes de defensa de Ucrania está bajo consulta con nuestros socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Ante esto, los analistas militares dicen que es crucial más ayuda para Ucrania si Kiev quiere bloquear una esperada ofensiva rusa en la primavera y lanzar su propio esfuerzo para hacer retroceder a las fuerzas rusas.
“El patrón de entrega de la ayuda occidental ha moldeado poderosamente el patrón de este conflicto”, dijo el domingo por la noche el Instituto para el Estudio de la Guerra, un grupo de expertos con sede en Estados Unidos.
Pero el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, insistió en que el suministro de armas occidentales no detendrá a Rusia.
Ucrania sigue exigiendo nuevas armas y Occidente alienta esas demandas. Es un punto muerto, da como resultado una escalada significativa y hace que los países de la OTAN se involucren cada vez más en el conflicto dijo Peskov en una conferencia telefónica con periodistas el lunes.
Por su parte, la oficina presidencial de Ucrania dijo que la región oriental de Donetsk, que ha sido escenario de intensos combates durante meses, sigue siendo “invariablemente dura“.
Los intensos combates continuaron alrededor de Bakhmut y Vuhledar, y el gobernador regional Pavlo Kyrylenko dijo que 15 pueblos y aldeas de la región fueron bombardeados el domingo.
Intervención del Grupo Wagner
Las fuerzas rusas han estado tratando durante meses de capturar Bakhmut, con el esfuerzo liderado por el Grupo Wagner, una compañía militar privada dirigida por un millonario deshonesto con vínculos de larga data con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Las tropas ucranianas dijeron la semana pasada que realizaron una retirada organizada de Soledar, a unos pocos kilómetros (millas) de Bakhmut, en medio de la presión de Wagner, que se cree que tiene una gran cantidad de convictos en sus filas.
Las autoridades ucranianas dijeron que la ciudad sureña de Jersón también ha sido objeto de bombardeos rusos. El bombardeo dañó edificios residenciales, un hospital, una escuela, una estación de autobuses, un banco y una oficina de correos.
“Dos barcos extranjeros resultaron dañados en el puerto de Jersón”, agregó la oficina presidencial sin dar más detalles.