El gobierno de Estados Unidos ha recibido solicitudes de más de 50 países para negociar los nuevos aranceles globales del 10% impuestos por el presidente Donald Trump el pasado 6 de abril.
Estas medidas han generado preocupación internacional por su impacto en el libre comercio.
El director del Consejo Económico Nacional, Kevin Hassett, confirmó que diversas naciones ya han contactado a la Casa Blanca para iniciar un diálogo, conscientes de que gran parte del impacto económico recaerá sobre sus industrias exportadoras.
En declaraciones recientes, Hassett aseguró que “más de 50 países se habían comunicado con el presidente Trump para iniciar una negociación (…) lo hacen porque entienden que asumirán gran parte del arancel”.
Protestas en Estados Unidos y Europa
El nuevo paquete arancelario, anunciado como “el día de la liberación” por Trump, impone un 10% general a productos de 184 países y territorios.
Algunas naciones, como China y la Unión Europea, enfrentan aranceles diferenciados de hasta 34%. Las mercancías ya embarcadas antes de la entrada en vigor están exentas, así como ciertos productos bajo el T-MEC.
Este giro proteccionista ha generado divisiones dentro del propio gobierno estadounidense. El asesor de comercio, Pete Navarro, criticó al empresario Elon Musk, actual jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), por oponerse a los aranceles con Europa.
La medida ha encendido alarmas entre economistas. JPMorgan Chase aumentó la probabilidad de una recesión global del 40% al 60%, mientras la Reserva Federal advirtió sobre riesgos de inflación y desaceleración económica. Un estudio de la Universidad de Yale alertó que los hogares más pobres podrían perder hasta el 5.5 % de su ingreso por el alza en precios de productos básicos.
Masivas protestas contra Trump y Musk
Las políticas arancelarias provocaron manifestaciones en más de mil 200 ciudades en Estados Unidos y Europa. En Washington D.C., Nueva York, París y Berlín, miles de personas salieron bajo el lema “¡Manos Fuera!” para protestar contra lo que consideran medidas regresivas.
Organizaciones como MoveOn y Women’s March denunciaron recortes a programas sociales, el cierre de oficinas del Seguro Social y la criminalización de migrantes. Musk también fue blanco de críticas por su gestión en DOGE, considerada perjudicial para agencias clave.
En Berlín, carteles con la frase “Cállate Elon, nadie te ha votado” reflejaron el descontento ciudadano. En Charlotte, Boston y Columbus, ciudadanos denunciaron que las políticas actuales sólo benefician a las élites cercanas al poder.