En Rusia, las fuerzas de seguridad reprimieron una protesta realizada en varias ciudades; fueron arrestados cerca de dos mil 500 manifestantes.
La movilización social exigía la salida del presidente Vladimir Putin y reclamaba la liberación del dirigente opositor Alexei Navalny, encarcelado el domingo pasado.
En Siberia, los Urales, Ekaterinburgo, San Petersburgo y Moscú, la marcha pacífica enfrentó una ruda respuesta policiaca.
La dirigente opositora Lyubov Sobol fue arrestada mientras hablaba con periodistas, durante la protesta de apoyo a Navalny.
Sí, estoy muy feliz de que tanta gente esté saliendo en todo el país, en nuestra patria”, señaló Lyubov Sobol, líder opositora rusa.
Yulia Navalnaya, esposa de Alexei Navalny, también fue detenida.
Los manifestantes fueron golpeados con toletes y escudos por la policía.
Quiero sentirme protegida, no vivir con miedo constante. Así que vine aquí para manifestarme pacíficamente”, señaló una participante de la manifestación.
Estados Unidos y la Unión Europea condenaron enérgicamente el uso de “duras tácticas” contra manifestantes y periodistas.
Cientos de estadounidenses se solidarizaron con los manifestantes rusos, con un plantón frente a la representación de Moscú en Nueva York.
Putin cambió la constitución y realmente no se puede tener ningún tipo de protesta pública en Rusia”, señaló Nick, manifestante en Nueva York.