En Chile, las y los brigadistas mexicanos acudieron a ese país para combatir los incendios forestales, que han sofocado casi 300 hectáreas y protegido 314 viviendas, así lo informó la Secretaría de la Defensa Nacional.
Como resultado más de 5 mil 600 brigadistas forestales y bomberos voluntarios, que cuentan con la ayuda de de contingentes de México, Colombia y España, trabajan en la extinción de 89 de los 311 incendios que están activos, las peores cifras desde el comienzo de la actual crisis.
Ante este panorama, Chile anunció un toque de queda nocturno a partir de la medianoche de este viernes en las zonas más afectadas por los incendios en tres regiones del país en que se declaró el estado de catástrofe.
Hasta ahora, los incendios provocaron la muerte de por lo menos 24 personas y más de 2 mil heridos, además de arrasar unas 343 mil hectáreas. La ola de incendios forestales ha destruido completamente mil 205 viviendas y dejado sin hogar a 5 mil 570 personas, según el balance oficial.
Un poco de tranquilidad
Gracias a los vientos moderados y fuertes, temperaturas infernales de más de 40 grados y una sequía que se arrastra desde hace 13 años, los incendios forestales siguen en aumento en Chile desde su inicio el primero de febrero.
Las autoridades subieron las alertas por el riesgo de que los fuegos se extiendan a otras regiones por las altas temperaturas pronosticadas. Las regiones afectadas son: Ñuble, Biobío, La Araucanía y Maule, una superficie equivalente a un tercio del territorio de Puerto Rico.
Ivonne Rivas, alcaldesa de Tomé, uno de los municipios en que se dispuso el toque de queda, subrayó a radio Cooperativa la importancia de “darle un poco de tranquilidad a estas familias que lo han pasado pésimamente mal y que aún lo siguen pasando mal”.
Desde comienzos de la semana, partidos de oposición, alcaldes y organizaciones como la Corporación Chilena de la Madera (Corma), que reúne a empresas forestales, solicitaron los toques de queda comunales. Una veintena de personas fueron detenidas por su responsabilidad en el inicio de los incendios.