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“Mi salida de Siria no fue planeada”: Bashar al Asad

FOTO: AFP

El derrocado presidente Bashar al Asad afirmó que no huyó premeditadamente de Siria el día que los rebeldes tomaron la capital Damasco, sino que siguió las recomendaciones de Rusia, sobre esperar a que la base militar donde estaba refugiado fuera atacada.

“Mi salida de Siria no fue planificada, ni tuvo lugar durante las últimas horas de la batalla, contrariamente a ciertas afirmaciones. Al contrario, yo me quedé en Damasco, cumpliendo con mi deber”, declaró Al Asad en un comunicado difundido por Telegram.

Al Asad explicó que, ante el avance de los insurgentes hacia Damasco, se desplazó a Latakia, en la costa del Mediterráneo, para supervisar las operaciones de combate.

El hombre que gobernó Siria por más de 24 años aseguró que fue evacuado el 8 de diciembre a Rusia desde la base aérea de Jmeimim​, en el sureste de Latakia, una región dominada por la minoría alauí a la que Asad pertenece. 

“Esto se produjo un día después de la caída de Damasco, tras el colapso de las últimas posiciones militares y la resultante parálisis de todas las instituciones del país”, añadió.

De acuerdo con varios exfuncionarios, horas antes de que las fuerzas rebeldes tomaran Damasco y derrocaran al gobierno de Asad, el expresidente sirio ya estaba fuera del país.

Cabe recordar que la guerra civil en Siria estalló en 2011 cuando el gobierno reprimió de forma feroz una ola de protestas pacíficas. El conflicto dejó más de medio millón de personas muertas y obligó a millones más a abandonar sus hogares.

Al Asad permanecía en el poder desde el año 2000 tras suceder a su padre Háfez al Asad.

Empiezan labores diplomáticas 

En tanto, en Siria empezaron las labores diplomáticas e internacionales y han llegado algunos ofrecimientos de ayuda. 

El enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Geir Pedersen, aseguró que este organismo tiene la intención de prestar “toda la asistencia posible” a la población de ese país tras reunirse en Damasco con los nuevos líderes de la administración que derrocó al régimen de Bashar al Asad. 

Foto: AFP.

Asimismo, el líder de las fuerzas ahora en el poder, Abu Mohamed al Jolani, resaltó que es importante garantizar un entorno seguro para el regreso de los refugiados.

Por su parte, los kurdos en Siria piden una reunión urgente para consensuar una transición del poder.

La autoproclamada Administración Autónoma del Norte y Este de Siria expuso una serie de objetivos básicos, que incluyen el cese de las operaciones militares en el país, el respeto a la convivencia de las diferentes comunidades y garantizar la participación de las mujeres en el futuro proceso político.

Garantizar la paz

Varios países y organizaciones celebraron la caída de Al Asad, pero dijeron que estaban esperando a ver cómo las nuevas autoridades, los musulmanes sunitas, tratarían a las minorías étnicas y confesionales (aquellas separadas de la iglesia católica).

Después de 50 años de dominio de dicha familia y una represión implacable contra todo opositor o sospechoso de serlo, las nuevas autoridades intentan tranquilizar a la comunidad internacional.

El nuevo primer ministro encargado de la transición hasta el primero de marzo, Mohamad al Bashir, prometió “garantizar los derechos de todos”.

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