Geoffrey, un africano de Burkina Faso, fue parte de la migración masiva que llegó en 2016 y 2017, a la ciudad fronteriza de Tijuana.
Era estudiante de español, hablaba muy poco, apenas lo suficiente como para comunicarse en la agitada cotidianidad tijuanense. Sin embargo, acudía con puntualidad y constancia a las clases. Era participativo y de vez en vez debatía en inglés o francés sobre los temas vistos en clase.
En alguna dinámica con la clase, que en su mayoría eran haitianos, jamaiquinos y africanos, compartieron sobre su lugar de origen y sobre su trayecto migratorio. Geoffrey hizo un viaje de Burkina Faso que lo llevó hasta Tapachula, Chiapas.
Cuando pronunció Burkina Faso, no faltó el alumno sorprendido que preguntó en dónde estaba ese país.
Limita con Mali, Niger, Bénin, Togo, Ghana y Côte d’lvoire. No tenemos mar, pero sí pobreza y muchas guerrillas internas”, respondió Geoffrey a sus compañeros, en esa ocasión.
Hizo un largo trayecto migratorio. Geoffrey, salió en la noche, así lo recuerda y tardó seis meses en llegar a Tapachula; antes estuvo en América Central y de ahí subió caminando y en autobús al norte. Una vez en México, cuando pudo cruzar la frontera y sin hablar español, decidió seguir a otros migrantes con la finalidad de llegar a Estados Unidos y poder consagrar su trayecto migratorio.
Según datos del Informe Migrantes Haitianos y Centroamericanos en Tijuana, Baja California, 2016-2017. Políticas Gubernamentales y Acciones de la Sociedad Civil, realizado por el Colegio de la Frontera Norte y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH): “entre enero y octubre del 2016, el Instituto Nacional de Migración (INM) otorgó 14 mil 471 oficios de salida a extranjeros haitianos y extranjeros africanos provenientes, principalmente del Congo, Etiopía, Eritrea, Ghana, Somalia y Sudán”.
En ese año se registró un aumento en el flujo de personas originarias de África, comparado con otros años. Sin embargo, las cifras oficiales son confusas, ya que hubieron distintos factores, por ejemplo, en ese año se registró que muchos haitianos declararon ser originarios del Congo (por miedo a la deportación)”, señala el reporte de CNDH.
Sin embargo, a lo largo del 2016, se mantuvo un flujo de entrada de entre 200 y 500 personas de origen africano, hasta alcanzar una cifra de 3 mil 910. Hasta el 2019, se presentaron ante las autoridades de migración más de 5 mil 800 personas de origen africano.
En el 2020, según datos de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPM) otorgaron 111 tarjetas de Visitante por Razones Humanitarias (TVRH) y la mayoría fueron entregadas a personas solicitantes de refugio.
Geoffrey compartió que su sueño era ir a Estados Unidos, para trabajar aunque decía que “así como ganas en dólares, lo pagas en la renta”. No quería quedarse en Tijuana, aunque le gustaba y algo le atraía de esa ciudad, él tenía un proyecto migratorio y debía consolidarlo.
“En Burkina, la gente sale por pobreza, por la guerrilla. Los hombres mandan a sus familias fuera, para salvarlas. Sí, yo tengo familia allá, pero no puedo regresar, debo juntar dinero, porque hay que pagar el viaje”.
Para la migración africana o haitiana, en su mayoría, no es una opción quedarse en México, ya que los proyectos migratorios se unen a las redes forjadas de la diáspora. Además, en México “hay discriminación por nuestro color, pero a mí siempre me han tratado bien, ahorita estoy bien, aquí” confesó Geoffrey.
En el Día Mundial de África se hace presente la diápora africana y la situación de cientos de personas provenientes de la región, cuyo objetivo es tener una mejor calidad de vida o huir de la violencia y la pobreza que acecha a la región.
¿Por qué se celebra el Día Mundial de África?
El 25 de mayo de 1963, fue la fecha en la que 32 líderes de Estados africanos se reunieron en Addis Abeba, la capital de Etiopía, para formar la Organización de la Unidad Africana (OUA), fue el primer órgano regional de África cuyo fin era ayudar en la liberación de los Estados Africanos de la colonización, erradicar el apartheid y promover la cooperación económica entre sus países miembros. Fue abolida por Thabo Mbeki, en 2002. Actualmente la sustituyó la Unión Africana (UA).
La UA es una organización regional que cuenta con 53 Estados miembros independientes, excepto Marruecos. Fue establecida en el año 2001, por el Acta Constitutiva en Lomé, Togo. Es una organización multilateral que promueve la cooperación política, social y económica, entre sus países miembros.
Su objetivo es coordinar e integrar a la región, generar una política de cooperación, económica, cultural, educativa, médica, científica y tecnológica, además de políticas de defensa, promover la cooperación internacional en el marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entre otras. Todo ello para alcanzar un desarrollo sostenido y sustentable en la zona.