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Miles de residentes ucranianos se refugian en Moldavia

FOTO: ONCE NOTICIAS

Cruzar la línea para tener la certeza de sobrevivir, pero no de volver.

Son miles de mujeres, niños, adultos mayores o personas con discapacidad con la fortuna de no estar considerados para el frente de batalla. Pero carecen de un sitio a donde llegar.

Son casi 250 mil personas que huyen de la guerra y se refugiaron en territorio de Moldavia, país de escasos 34 mil kilómetros, en el que hoy pernoctan cuatro refugiados por cada 10 mil habitantes.

“En Ucrania todavía tengo a mi madre y mi hermano que está cuidando de su salud. Me voy con mi esposa y mi hija. No fue fácil hacerlo porque esta frontera es una larga línea de ruta en Moldova, esperando que pronto podamos ir a Bucarest”, dijo Nazim, ucraniano refugiado en Moldavia.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) cifra en un total de 1.5 millones los desplazados hacia Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumania y Moldavia.

Por su ubicación geográfica, Moldavia -uno de los tres países más pobres de Europa, solo superado por Armenia y la propia Ucrania– se ha convertido en uno de los principales refugios de los ucranianos que huyen de la incursión militar rusa.

En la capital, Chisinau, se han instalado 44 centros de refugiados. El más grande es éste, Moldo Expo, un recinto ferial, convertido en hogar temporal de los exiliados.

“Solo para darte una idea, 10 mil personas es la afluencia de los últimos días en este centro. Y en las últimas 24 horas, 2 mil 335 personas”, comentó Rusian Codrenau, alcalde de Chisinau.

Unos 160 voluntarios atienden a los ríos de refugiados que no paran de llegar.

Los habitantes de la capital de Moldavia donaron papel higiénico, alimentos, pañales y hasta chips de celular para que los ucranianos puedan comunicarse con los familiares que aún están en zona de conflicto. Muy pronto, la solidaridad de los moldavos será insuficiente.

“Porque el municipio ya no tienen más espacios adicionales, todo está lleno. Tenemos 44 centros, y dependen, en algunos hay hasta 500 personas”, agregó el alcalde.

Este domingo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visitó Chisinau y prometió ayuda a Moldavia para atender a los refugiados.

La cara más cruda de la tragedia está en la frontera, a 138 kilómetros al sur de la capital moldava.

Palanca, donde la cercanía con territorio ucraniano es tal que se alcanza a escuchar el eco de los bombardeos.

Del otro lado, en territorio ucraniano, la espera para cruzar a palanca puede ser de hasta 20 horas. Quienes tienen más recursos viajan en autos a hoteles en Chisinau, o a casa de sus familiares.

Quienes no, les toca formarse para ser llevados a un campamento, en el que hay que enfrentar temperaturas de cinco grados bajo cero y hacinamiento.

Pero todo es mejor que el conflicto armado, aun cuando no hay certeza de poder volver.

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