Miles de personas se concentraron el sábado en Vilna, Lituania, para protestar contra una propuesta legislativa para autorizar las uniones civiles de parejas del mismo sexo.
El diputado Tomas Vytautas Raskevicius, abiertamente homosexual, está detrás del proyecto, que el Parlamento examinará en principio el próximo mes.
Según la policía, la protesta, llamada “marcha de defensa de la familia, estuvo secundada por 10 mil personas.
El presidente lituano, Gitanas Nauseda (centro) declaró el sábado que cualquier reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo debería realizarse de acuerdo con la Constitución, que define el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.
Los manifestantes consideran que las uniones homosexuales suponen una amenaza para los valores familiares tradicionales.
Una encuesta de Eurobarómetro de 2019 reveló que 70% de los lituanos sondeados se oponían al reconocimiento legal de las uniones del mismo sexo.
La nueva propuesta busca otorgar a las parejas LGTB (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales) derechos de herencia y de copropiedad de bienes, garantías procesales y la posibilidad de cambiar de apellido, pero no el derecho a adoptar, según medios locales.
Esto no es aceptable ni para mí ni para mis hijos ni para mis nietos”, declaró Alfredas, un manifestante de 55 años que prefirió no dar su apellido.
El asunto genera división en la coalición gubernamental dirigida por los conservadores, pero podría reunir apoyos suficientes entre los aliados liberales y los socialdemócratas de la oposición.
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